Desnuda.......

Se agota su capacidad de disimulo, su miedo a perderlo todo la lleva a actuar sin cuidar las formas. Está muerta de miedo. La dictadura se desnuda y se le ve el cuerpo maltrecho. Sus cánticos de guerra contra el vecino no son suficientes para callar los reclamos de justicia y libertad de la tierra patria. Sus bases de paz cargadas de odio tienen hedor a sangre y son trapos rojos que no distraen la atención del desastre nacional.

Como todo régimen despótico que se precie, ha graduado a los cuerpos de seguridad del Estado como bandas represivas del Gobierno, a los cuales felicita en sus desmanes y lo reconoce con medallas en honor al mejor verdugo.

Se juega a Rosalinda y sin guardar las apariencias alimenta con gas del bueno el hambre justiciera de los que han decidido con firmeza y mayor civismo que ya no más. Del ropaje democrático que vestía su gobierno negador de libertades sólo quedan harapos que descubren su mendicidad luceferina por el poder, a la que se aferra como último hálito de aire sin el que no podría vivir. Como ladrón en las sombras, legisla para secuestrar la vida nacional, sin cautelas reprime y aplica secuestro exprés a periodistas, silencia los medios del clamor popular, y sin decoro depone en la Constitución.

El régimen dictatorial se liberó de sus vestidos y ya no guarda las apariencias, no porque ya no le importe, sino porque nadie le cree. La razón de la pisada al acelerador de esta revolución de motores fundidos es que en el fondo de su intimidad la dictadura está convencida de que llegó el final y que este pueblo ha tomado la firme resolución de un nuevo camino de justicia y ciudadanos libres.

El régimen del oprobio tiene la certeza de que, igual que a mujer enamorada y decidida, a la voluntad democrática del país no la para nadie.


Johel Salas /Trabajador Social
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