Notas para antes de la guerra


Quiero que sepás hermano que me estoy preparando para la guerra contra vos y me imagino que vos te estás preparando para la guerra contra mí. Pues acá me tenés preparando la mochila y sólo quiero preguntarte qué necesitás que te lleve. Lo primero que me llevo es una totuma para la bañadita de madrugada porque no sabemos dónde nos tocará la higiene. Igual meto una docena de velas porque seguro la carpa no tendrá luz. Atún bolivariano llevo paisano y espero te guste.

El queso palmita te lo debo porque se vuelve agua en el camino. Te llevo igual los últimos CD de gaitas de Las Playitas y te llevo además la colección completa de Diomedes Díaz, que me comentaste se les había agotado en Colombia. Si necesitas algo más para ti, tu mujer o los pelaos, decímelo por Facebook o Twitter, que es lo más rápido. O por el Blackberry, mi pin es 678BN76C. Escribíme y te acepto.

A mí me podes guardar unos paqueticos de café porque las productoras de acá las nacionalizaron o las expropiaron. Yo no entiendo mucho de eso, pero creo que se traducen en que se las cogieron. Tengo ganas de unas arepas de huevo, decíle a la vieja que nos las prepare y que me ponga de postrecito el dulce de arracacha como lo prepara ella misma. Para las noches, no nos quedaría mal un aguardientico de Antioquia, que traigan varias botellitas porque eso se deja colar rapidito. Yo te llevo de acá los mangos verdes para que nos sirvan de pasapalos.

Espero que cuando esta vaina termine podamos celebrar frente a una bandeja paisa o con un pabellón, un sancocho de gallina, dependiendo nos agarre el show. Hasta acá los encargos, hermano.

Ahora pues hablando la guerra propiamente dicha, qué te puedo decir? Yo voy a conseguir unas balas de salva con un amigo del comandante, tú sabes para hacer la pantalla. Pero me haces el favor de tirarte al piso, gritando y poniéndote la mano en el pecho. Haces el teatro hermano. Yo me estoy llevando unos triquitraquis y unas piedras con pólvora que suenan bien berracas. Eso sí, te quitas cuando las veas por los aires porque pegan durísimo las condenadas. Llevo tumbarranchos (no las arepas, sino los de los tiros) y en general me llevaré todo lo que haga ruido y no te perjudique. Espero me trates a mí con la misma consideración y estima, hermanito del alma.

Luis Homes Jiménez
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