Los medios y los yanquis

En los EE.UU. los presidentes no pueden encadenar los medios de comunicación, ni obligarlos transmitir propaganda del gobierno, no hay medios públicos bajo el control del ejecutivo nacional, el ejecutivo no tiene la facultad de dar o quitar concesiones a un medio determinado.

En EE.UU. el washington Post, a través de una campaña permanente de denuncias, logro la destitución del presidente Nixon y la encarcelación de varios de sus ministros. Porque grabaron una reunión del partido Demócrata, contrario a Nixon, este se entero, y no los denuncio, para que fueran enjuiciados. Léase bien, por una grabación, no denunciada. Bill Clinton por el caso de Mónica Lewinsky fue hostigado por los medios de comunicación, y lo mismo paso con Bush por la invasión a Irak
Si un presidente en EE.UU. amenazara con cerrar a un medio de comunicación, por criticas a su gestión, que le parecen injustas y desproporcionadas, no sólo sería destituido, sino encarcelado. Cerrarlo nunca podría, dado las limitadas facultades de los presidentes en ese país. Estas son algunas de las razones por la cual esa nación es la primera potencia del mundo. Sus políticos están bajo estricto control y amenaza, de la justicia. Su poder es francamente limitado.

En la prensa americana amarillista pueden verse caricaturas burlonas contra el presidente, en algunos casos irrespetuosas, pero estos la asumen como incomodidades del oficio.

En Venezuela lamentablemente los presidentes de la cuarta y la quinta han tenido y tienen poderes que no corresponden a una sociedad civilizada, sino más bien militarizada. Y mientras eso continúe seremos un país atrasado y relegado
Cualquiera puede llegar a presidente con esas facultades, y sembrar el caos.
Lo que pasa actualmente, debe ser una lección para el futuro, hay que establecer límites contundentes al poder de los políticos, en funciones de gobierno, y castigos aleccionadores.

Debemos atar las manos de los políticos para que no puedan volver amenazar, limitar, presionar y ponerle condiciones a la libertad de expresión.
Cada uno de nosotros deberá tener garantías de que podrá expresarse libremente, sin temor a represalias de ningún tipo.

Las naciones del primer mundo son un ejemplo en ese sentido, no podemos repetir los errores del pasado. Las pautas publicitarias no podrán ser usadas para ganar amigos o sancionar críticos. La entrega de concesiones a los medios no podrá estar en manos del ejecutivo nacional.

Tenemos mucho que aprender en eso de libertad de expresión y de verdadera democracia, debemos construir un muevo futuro. “entre las naciones quienes se tienen por sus gobernantes se enseñorean sobre sus gentes, reclaman derechos y potestades, y se hacen llamar bienhechores. Entre vosotros que no sea así”.

Mateo 20:26, Marcos 10:42 y Lucas 22:25.
Raúl Zapata. Telef. 0414-815.1929
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