¿El fin de las ideologías?



- Kaled Yorde /Abogado - - 03/05/2009 00:01 03
En tiempos de aceleración histórica como los actuales, los hechos se adelantan a los pensamientos.

En lo que va desde los años 80 hasta hoy, han ocurrido transiciones nada fáciles de digerir: Pasamos de la guerra fría a la post-guerra fría; “De los Estados- Nación a formas de integración regionales; de un mundo dividido por el choque ideológico a un mundo global”, al decir del politólogo mexicano y embajador Juan José Bremer en su libro El fin de la guerra fría y el salvaje mundo nuevo.

Pareciera que estuviéramos en el ocaso de las ideologías porque casi todo está centrado en lo meramente económico y tecnológico. ¿El fin de las ideologías o acaso otra nueva modalidad del neo-liberalismo?

Siguiendo al citado autor, no se trata de eso. No estamos ante el “fin de las ideologías” propiamente dicho. De tanto en tanto se enarbolan nuevas banderas de luchas en defensa de valores y pueblos del mundo, pero cada vez más distanciadas del comunismo como ideología, en vista de la negativa experiencia histórica cosechada: Fracasos y miseria por doquier.

La paradoja y la contradicción son las manifestaciones más claras de cómo andan las cosas. ¿Quién puede poner en duda la inviabilidad absoluta del marxismo- leninismo como sistema político, económico y social? Nadie que sea sensato lo hace, a menos que esté ciego frente a la realidad histórica o sea un ingenuo incorregible.

¿Cómo explicar que China, Vietnam del Norte y la misma Rusia, ex adalides del rancio comunismo, estén hoy en día abrazados al libre mercado y protegiendo al capital y la propiedad privada?

¿Cómo justificar que deportistas, artistas, profesionales o ciudadanos cubanos huyan en balsas de su país o pidan asilo en el exterior?

¿Por qué nadie huye de su propio país y se refugia en Cuba? Bien maluca ha de ser la revolución cubano- comunista cuando eso ocurre allí casi semanalmente.

Evidentemente, no estamos ante el fin de las ideologías, pero sí ante su atenuación: Ni capitalismo salvaje ni comunismo que atropelle la libre expresión, la propiedad privada y los derechos básicos del individuo. Se trata más bien de un camino medio que reconcilie los extremos sociales. ¿En qué consiste el camino medio?...Continuará en la próxima entrega.


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