Regreso al pasado



No siempre la historia fluye hacia el porvenir, por la sencilla razón de que la historia no es lineal. Con frecuencia es cíclica y algunas veces circular. El tiempo puede transcurrir sin avanzar, toda vez que tiempo, distancia y dirección son conceptos diferentes. Pero lo que ocurre en el tiempo es asimétrico, dado que la acción de hombre pertenece al mundo de la cultura, es decir, del pensamiento, de las ideas, de los valores, hábitos, usos y costumbres.

Por eso es posible que el tiempo transcurra hacia el futuro y simultáneamente el hombre retroceda hacia el pasado.

Hubo un tiempo en que la ilustración se consideraba un vicio y no una virtud. El grito de "muera la inteligencia" todavía tiene alguna resonancia, a pesar de los años que han transcurrido desde aquella época en que la igualdad se buscaba a base, no de elevar los conocimientos, sino de ver en éstos un obstáculo al logro de la igualdad social. En la vida política y en la carrera administrativa venezolana, la ilustración no es un valor social sino un antivalor, debido al pragmatismo que ha invadido el mundo de la política, a tal punto que los pragmáticos con un dejo de ironía, llaman "filósofos" aquellos que ejercen la administración de los asuntos públicos con el respeto que merecen las ciencias. Los pragmáticos son "efectistas", para ello lo que cuenta son los resultados, no importa cómo se obtengan, así sea violando la ley, la moral o las buenas costumbres.

En Venezuela la historia con frecuencia fluye hacia el pasado, como ha quedado demostrado tantas veces. En toda época hay pragmáticos y soñadores. Aquellos terminan en los albañales de la historia. Los soñadores, en cambio, contribuyen con sus esfuerzos, sueños y proyectos a poner a rodar hacia mejores niveles de vida los carros de la historia.

Un nuevo mapa político se ha dibujado a raíz del reciente proceso electoral. No es difícil advertir el tránsito de una autocracia "ligera" a otra más concentrada y fuerte. Logros que se obtuvieron en la última etapa de la anterior democracia serán revertidos y una vez más se tratara de imponer el contradictorio concepto de "descentralización desconcentrada".

La lucidez, inteligencia y fortaleza de la dirigencia zuliana serán puestas a prueba. El fantasma de Guzmán Blanco vuelve a hacerse presente en la historia regional. ¡Veremos si de verdad el Zulia, entre la noche, relampaguea!




Fernando Chumaceiro /Ex alcalde de Maracaibo


http://www.laverdad.com/detnotic.php?CodNotic=15867

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