No es Honduras solamente
La magnificación del acontecer hondureño y la intromisión grosera y complaciente de la OEA, ONU y gobiernos extranjeros, incluyendo al presidente Chávez y en nuestro caso, intencionalmente exagerada para tratar de concentrar toda la atención en Honduras como un suceso aislado, aun cuando la realidad continental es otra. Lo de Zelaya es un capítulo de un drama que aflora como repulsa contra el chavismo-castrismo-socialismo del siglo XXI.
La voltereta argentina de estas últimas elecciones, fue un voto contra Chávez y su política de soborno internacional; los Kirchner, incluyeron en sus planes la intención de elegir al ex presidente como diputado; no sólo perdieron el cargo, sino que perdieron el control legislativo sobre provincias y el Congreso.
El chavismo ha confundido por completo la típica conducta de esos sureños, con lealtades y juramentos de fidelidad; peor aún, cuando los argentinos tienen vivo el escándalo del maletinazo. El ex presidente Kirchner debió renunciar a la presidencia del partido postulante. No entienden los promotores del socialismo del siglo XXI, que la mentira tiene como límite la verdad y ésta es insobornable. Este fracaso de Chávez en ese país es políticamente más catastrófico, por lo que significa Argentina en el aspecto geográfico, económico y poblacional, pero aun más certero si examinamos el carácter irrebatible de la derrota.
En el mismo orden, Brasil marcó distancia con Chávez y la Bachelett de Chile vive su silencioso pero vertiginoso éxito político; números astronómicos a su favor, pero con una modestia y cautela de una estadista de altura. Colombia y Perú están claras; Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Paraguay son casos patéticos de un derrumbe inducido cuyo futuro es incierto, por depender de la limosna venezolana.
Por ello, el chavismo desesperado magnifica a Honduras y soborna a quien tenga que sobornar. Pataleos de ahogado, se dice en nuestro cotidiano lenguaje.
- Israel Fernández Amaya /Abogado
http://www.laverdad.com/detnotic.php?CodNotic=15996
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