Para botar por la ventana
Este es el undécimo año en el que, siguiendo una sana costumbre italiana, “boto por la ventana” todo lo que no sirve para empezar el año con el país limpio.
Este año, nuevamente, boto por la ventana a todos los caudillotes, caudillos, caudillitos y caudillejos, sean del signo que sean. Es increíble que revivamos la inempeorable experiencia del siglo XIX en pleno siglo XXI. Boto también al socialismo del siglo XXI por imposible, ineficiente e hipócrita.
Boto la inseguridad y la ineptitud del Gobierno en ponerle coto a los asesinatos diarios, cuyas relaciones parecen partes de guerra. Y si es que el Gobierno no tiene la voluntad de ponerle coto, boto también el horror que significa la inseguridad como política de Estado.
Boto la grosera danza de millones de funcionarios del régimen, sus familiares y testaferros. Boto a quienes se han hecho los locos ante los despliegues de enriquecimiento súbito, derroche y nuevorriquismo, sólo porque son protagonizados por “revolucionarios”.
Boto el abuso de autoridad para implantar un sistema socialista que rechazamos la mayoría de los venezolanos.
Boto la decisión que cerró 34 emisoras de radio y dos más de TV.
Boto las expropiaciones anticonstitucionales, arbitrarias, ilegales, el deseo de acabar con la propiedad privada y la imposibilidad de los afectados de defenderse en tribunales.
Boto a los funcionarios arrodillados ante el Presidente de la República. Boto a los hipócritas, cobardes y vendepatria.
Boto la sumisión al Gobierno cubano y a Fidel Castro, en particular a los militares que han puesto de lado su juramento de honor. Boto el doble discurso de alegar soberanía cuando las críticas vienen de “otros” países.
Boto las amenazas de guerra a un país hermano como Colombia y las groserías e insultos a un país amigo y principal cliente como los Estados Unidos.
Boto a quienes sabiendo que vamos a un despeñadero, optan por seguir apadrinando al régimen sólo por los negocios que están haciendo. Y boto a los opositores que sean factor de división en un momento tan crítico.
Boto las presiones, los chantajes, las matracas, las cayapas y todos los abusos de poder, empezando por las cadenas presidenciales.
Mantengo la esperanza de que cuando salgan volando por la ventana, por la puerta entrarán el bienestar, el desarrollo y la paz.
Carolina Jaimes Branger
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