¡Cadenas y bla, bla, bla!

Las cadenas de radio y TV que realiza Chávez de manera continua no están dando los resultados que esperaba. La razón es que, es imposible seguir engañando al pueblo venezolano. En tiempo pasado, un porcentaje considerable de los venezolanos seguía teniendo esperanza en Chávez, y las cadenas por él realizadas surtían efecto y lo ayudaba, en su popularidad; hoy, el descalabro del régimen es impresionante; y la credibilidad de Chávez y sus acólitos está por el suelo: la gente se cansó de las mentiras y del abuso del poder.

En esas cadenas, Chávez demuestra su absoluto rechazo al pluralismo político, al sentido valorativo de la democracia, plasmados en la CNRBV y atiza el odio entre los venezolanos.

Las cadenas de radio y TV de Chávez se están convirtiendo en un atentado contra la inteligencia humana, porque las mismas originan espacios para creer que realmente, él, tiene problemas serios en su salud mental. Los ministros y los entes que dirigen los demás poderes del Estado, reciben las más disparatadas y disímiles órdenes de ejecución de tareas que ciertamente demuestra la incapacidad intelectual y la intolerancia de su comandante en jefe.

En cadena de radio y TV, Chávez ofende con su verbo procaz a todo aquello que significa "disentimiento" de sus ideas y acciones. No hay institución del Estado que Chávez respete: el Poder Judicial, como lo dijo el pasado viernes, tiene que estar al servicio de la revolución; inmediatamente, la presidenta y otros miembros del TSJ, acatando la orden señalaron que la autonomía y la independencia de los otros poderes no debe existir; es decir, que deben estar subordinados al Estado Chávez. En esa misma cadena le dio la orden a la sumisa fiscal de meterle 30 años de cárcel a la jueza Afiuni, por haber liberado a Eligio Cedeño, a quien sin ninguna duda se le irrespetaron todos sus derechos como ciudadano.

En cadena nacional, Chávez, desconoció a Arné Chacón, lo llamó "pata en el suelo", como si de esa manera se le va a creer que es un paladín de la anticorrupción. Lo cierto es que Chávez y su régimen en el Stricto Sensu, representan un atentado contra lo ético y lo axiológico de la sociedad.

Marlon S. Jiménez García
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