La columna de patricia poleo del 26-04-2010



Las revelaciones del general Antonio Rivero asestaron un duro golpe a Hugo Chávez quien respondió aumentando considerablemente el sueldo a todos los efectivos militares venezolanos

La decisión de aumentar en un 40 % el sueldo a todos los efectivos militares venezolanos, anunciada ayer por Hugo Chávez en su “Aló Presidente”, da cuenta del importante efecto que las declaraciones dadas por el general Antonio Rivero el jueves pasado, tuvieron en los cuarteles.

Chávez, como suele suceder, saca en esta oportunidad la chequera para revertir el tsunami que significaron las revelaciones de Rivero dentro de las fuerzas castrenses.

Rivero es un oficial que ha sido intachable tanto en su desempeño militar como en sus funciones gubernamentales. Es por esa razón que cuando Chávez dice: “Fue cambiado de puesto varias veces hasta que lo mandamos para su casa”, no argumenta las razones que habrían privado para el cambio de Rivero, pues ¿Cómo decirle al país por ejemplo, que el general en cuestión tuvo un mal desempeño frente a Protección Civil? Lo obvio es que las razones de los diferentes cambios, es que Rivero no se plegó por ejemplo a la consigna de “Patria, Socialismo o Muerte”, y tampoco a la de “Patria Socialista o Muerte”, al punto que no le respondió a Chávez en una oportunidad a ese saludo obligando incluso al Presidente a saludarlo la siguiente vez con “Patria o Muerte” que sí se encuentra dentro de los principios castrenses.

Las denuncias de Rivero se potencian además por tratarse de un oficial reconocido como honesto, que en el grado que se encuentra no cuenta ni siquiera con casa propia y que salió del cargo de Protección Civil –que da para suntuosas comisiones y contratos- tan limpio como entró.

Pero además el lenguaje verbal y corporal utilizado por Rivero fue impecable en el sentido militar. No incurrió en panfletería contra el Gobierno o contra el Presidente sino que se ciñó estrictamente a las irregularidades que en el orden militar se están cometiendo en el país, como por ejemplo que Hugo Chávez se presente vestido de militar en actos políticos, cuando la norma expresa es que los militares activos no pueden participar en política, y además la Constitución es clara en el sentido de que sólo civiles pueden optar a la Presidencia de la República.

Pero el punto más importante de las declaraciones de Rivero sin duda, es el que se refiere a la presencia de cubanos en instalaciones militares, en funciones estratégicas que atentan contra la soberanía y seguridad nacional.

En el año 2004, ésta columnista difundió un video en el que se apreciaba a unos cubanos llegando al comando de la Guardia Nacional en San Fernando de Apure, y a los soldados venezolanos cargándoles el equipaje.

José Luis García Carneiro, Ministro de la Defensa entonces, ordenó abrirme un juicio militar inconstitucional, no porque las imágenes fueran falsas, trucadas, o porque no se tratara en realidad de personal cubano el que aparecía en las tomas, pues reconoció como cierto el contenido, sino porque ésta periodista incurría, según García Carneiro, en traición a la patria al difundirlas.

Desde el 2004 hasta hoy, seis años después, los cubanos han ido tomando en Venezuela no sólo las instalaciones militares sino sectores estratégicos de defensa nacional como es el caso del sistema de identificación y registros y notarías, denunciado también con detalles en esta columna el 4 de mayo del 2004.

Ayer en su “Aló Presidente”, Hugo Chávez trató de “suavizar” el efecto de las declaraciones de Rivero, intentando explicar la clase de ayuda que presuntamente estarían prestando los cubanos en diferentes áreas en Venezuela, sin tomar en cuenta que la presencia de los cubanos ya la ha sentido por alguna razón cada venezolano, sobre todo si esa presencia está encerrada en los cuarteles.

Por su parte, militares como García Carneiro que no sólo han aceptado sino promovido la cubanización de la Fuerza Armada, han ejecutado medidas en este sentido. Desde hace 4 años, siendo García Carneiro ministro de Participación Popular y Desarrollo Social se inició un proyecto conocido como “Casa Hogar Unefa”, regida por la escuela de Educación Integral de la Unefa, a través de operadores psicológicos cubanos y miembros del Frente Francisco de Miranda entrenados y adoctrinados.

En Cuba para la formación política de los cuadros de defensa de la revolución, es decir, la generación de relevo la fachada perfecta para crear al nuevo ser revolucionario y alcanzar la perpetuidad de Hugo Chávez en el proceso, son niños abandonados, niños sin familia o cuyas familias los entregan a la revolución a cambio de trabajo, vivienda, o dádivas. La revolución se los adoctrina y los padres quedan felices.


Patricia Poleo

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