Juana La Iguana



Que el Departamento de Estado tiene una sección de entrenamiento de iguanas para sabotear a nuestro país y sus instituciones es un hecho que solo un ingenuo negaría. De todas maneras ya están descubiertos e intervenidos. Gracias a labores de contrainteligencia, se ha logrado descubrir el iguanus operandi. La cosa funciona más o menos así:

Grupos comando norteamericanos que se hacen pasar por turistas de aventuras o participan en planes de turismo ecológico, vienen al país a reclutar las iguanas. Las sacan de Venezuela ilegalmente, vía Colombia, con el apoyo de paramilitares de ese país.

Una vez en el odiado hermano país, no hay mayor dificultad para trasladarlas a territorio estadounidense.

Incluso hay evidencias del uso del avión presidencial de Uribe “The Cachaco number ONE” para el traslado de los lagartos al imperio mismo.

Se sabe que son entrenadas en Miami y que reciben entrenamiento sofisticado de parte de víboras gringas y ratas del exilio cubano. Les lavan el cerebro, de la misma manera que lo hacen con los opositores a Esteban.

Amaestradores profesionales de la CIA les enseñan técnicas de saboteo en diversas áreas, tales como: rotura y mordisqueo de cables para el saboteo eléctrico; ingesta de ciertos alimentos para generar escasez; manejo de armas de fuego con las que asesinan gente los fines de semana en los barrios para dar una sensación de inseguridad, etc.

Completado el entrenamiento las iguanas son devueltas al país vía marítima en Mochima. Allí la gente de Álvarez Paz, Zuloaga y Azuaje, cómplices nacionales de la operación, se encargan de distribuirlas en el país.

Concretamente, Juana, la iguana que saboteó la electricidad de Lechería, donde por cierto, extrañamente no se consigue leche, fue llevada personalmente por Wilmer Azuaje en su vehículo. Existe evidencia fotográfica del momento en que Azuaje abandonó el animal en las inmediaciones de las instalaciones de Cadafe, dándole unas palmaditas en el lomo.

COMO VEN, TODO CUADRA.

Frente a esta nueva agresión del imperio, secundada por los vendepatrias nacionales, hay que tomar acciones radicales. El gobernador de Carabobo fue sorprendido en un colegio diciendo que había que proteger a las iguanas y señalando que son de un hermoso verdor, lo que sin duda es un acto de proselitismo político a favor del partido Copei. Qué más se necesita para allanarle la humanidad. Es del dominio público de los valencianos que los parques de Valencia están cundidos de iguanas, así como un conocido hotel de la ciudad que se ha convertido en su centro de operaciones y contrainteligencia, bajo una apariencia conservacionista. Las iguanas han puesto un retrato del Presidente en el lobby del hotel para disimular y hacer creer que se trata de un hotel del Estado, cosa que es obviamente mentira porque los ascensores funcionan perfectamente, las habitaciones están en un estado de impecable limpieza y el trato del personal es amable, diligente y educado.

En fin, hacemos un llamado a la población a estar atentos a esta nueva agresión del imperio y sus aliados nacionales, entre los cuales se cuentan, ahora también, las iguanas.

Venezuelanoticia
Laureano MárquezTal Cual

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