El pollo de Evo


Esta semana, el presidente Evo Morales ha sorprendido al planeta en su día con una serie de teorías realmente estremecedoras. El líder cocalero ha denunciado los peligros del consumo de pollo que hacen que los hombres tengan "desviaciones" en su ser como hombres. También dice que la Coca Cola produce efectos terribles, suponemos que por el lado de la "cola", porque no nos imaginamos a Morales criticando a la coca. Manifiesta Evo que hay que comer pollos criollos, con lo cual supongo que hay detrás de todo esto, además, una crítica velada al pollo gringo que es el que come Obama.

Mercal debe tomar debida nota de lo señalado y pedirle a Lula que ofrezca garantías exhaustivas sobre el pedigrí de los pollos que nos vende. Creo que en Venezuela hay que recobrar la idea de los "gallineros verticales". Bajo el lema de "cada quien tiene el pollo que se merece", los venezolanos deberíamos criar a los pollos que nos comemos, lo cual permite monitorear su crecimiento para percibir tempranamente alguna posible "desviación".

En Venezuela ni el "Pollo" Brito, ni el gobernador de Carabobo se dieron por aludidos, como si la cosa no fuera con ellos, no emitieron declaración alguna, lo cual es muy sospechoso.

Por su parte, las autoridades judiciales venezolanas, que ya se han hecho eco de las denuncias del Presidente de Bolivia, han citado al Pollo Sifontes para que explique a quién se refería cuando señaló: Me conformo con verte aunque sea un instante, me conformo con mirarte un momento nada más, para llevarme lejos el matiz y el contraste que dan tus ojos bellos junto a la inmensidad.

Sinceramente, Pollo.

En cuanto a la calvicie, que es otro de los "males" que inquietan a Evo --aunque no tendría por qué, porque más bien, como diría Aquiles Nazoa: "Tiene ese tercio un pelero que da mucho que pensar"--, en Venezuela la junta directiva de una importante y sólida corporación bancaria que ha asumido la calvicie como lema, antes de que le echen otra vaina, está cambiando su estrategia publicitaria e incluso han obligado a su presidente, el Dr.

Mezerhane, que hasta hace poco ostentaba orgulloso su calvicie, a que se someta a una cirugía de trasplante de cabello, no vaya a ser que ahora lo acusen de desviacionista, que es lo que le falta.

Bueno, realmente el pollo de Morales es la única noticia resaltante de la semana, lo demás fue más o peor de lo mismo. Así que como diría Claudio: No coma cuento... coma Evo.



Laureano Márquez

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