Las tentaciones de Álvaro Uribe
El Congreso colombiano aprobó recientemente la realización de un referendo que le permitiría al presidente Álvaro Uribe optar a un tercer período de gobierno. A la iniciativa legislativa promovida por el partido oficialista de la U todavía le faltan algunos pasos legales en el Tribunal Constitucional para que pueda materializarse. Mientras tanto, el Presidente no ha sido claro si hará uso del derecho a reelegirse. Pero como poder es tan sabroso y tan contaminante, es muy posible que Colombia caiga en la vorágine reeleccionista de otros países del continente.
En los niveles académicos y diplomáticos de EEUU la eventual decisión de Uribe es analizada con mucho cuidado. Él ha representado un freno y muro de contención al avance del modelo autocrático y hegemónico de la izquierda latinoamericana liderada por Hugo Chávez y seguida por Evo Morales, Rafael Correa, los Krischner y Daniel Ortega. Si Uribe ha sido hasta ahora un modelo del ejercicio del poder fuerte pero constitucional, apegados a las elementales normas de la democracia, no podría seguir siendo el ejemplo de democracia que hasta ahora ha sido, de insistir en su afán reeleccionista.
Como bien lo indica la prestigiosa revista Semana en su última edición "Nadie cuestiona la popularidad del Presidente ni los éxitos que ha tenido su gobierno. Pero más allá de las encuestas, crece en diversos sectores de la sociedad la preocupación sobre las consecuencias de que una persona se perpetúe en el poder. No sólo porque se rompe el equilibrio de pesos y contrapesos de la democracia, sino que se cae en el tortuoso camino de los caudillismos por el cual los colombianos no habían transitado hasta ahora".
Las tentaciones de Uribe no son otras que el ejercicio continuado y sucesivo del poder y la utilización de mecanismos poco democráticos para conseguirlos, negando a la sociedad la posibilidad de la alternancia o alterabilidad de sus presidentes. Vamos a ver el desenlace de esta película donde el aún democrático Álvaro Uribe contempla la manzana del pecado totalitario. Ojalá la historia le conserve un sitial como jefe de Estado y no como caudillo bananero, junto a sus vecinos de Latinoamérica.
Luis Homes Jiménez /Abogado /luishomesj@hotmail.com
cortesia del diario la verdad
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