Supuestas mentiras que son verdades Por: Karelis García




Por: Karelis García

Medidas asfixiantes. Fuentes ligadas al Gobierno me aseguran que ahora es cuando faltan sorpresas para los venezolanos en este bulloso año 2010. Las medidas empobrecedoras del país y enriquecedoras del régimen aún no han terminado. En cola está el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 14 por ciento y el tan evadido aumento de la gasolina. Y antes de que se concreten estas situaciones deberemos sufrir el aumento de los pasajes, alimentos, alquileres, carros, servicios y todo lo que circula en el país.

El costo de la vida será mucho mayor de lo que puedan soportar los venezolanos. La devaluación tiene por el suelo la economía, afectada severamente en su producción por los recortes eléctricos. Y para remate de males, en trasfondo, estos recortes y la obligatoriedad de las empresas y centros comerciales de invertir en plantas eléctricas impactará significativamente en el costo de los productos y servicios; Precios que ya estaban en órbita por la exagerada inflación acumulada en 2009 y a la espera de la anunciada para este año, entre el 40 y 60 por ciento.

Explosiones y plantas paradas. Desde el sector petrolero me informan que hace pocos días se cayó otra planta en el Sur del Lago y hubo 12 muertos en una barcaza que explotó. Al parecer los quemados en el accidente están en el Coromoto. Los números reales manejados por los trabajadores de la industria petrolera afirman que actualmente sólo exportamos 965 mil barriles de petróleo diarios, es decir, esa es la verdadera producción de PDVSA. En la esfera política se espera que salga a la luz pública un documento que vincula al Gobierno de Chávez con Irán y el terrorismo. Sería una raya más para el tigre. Amanecerá y veremos.

Expropiación tumba guisos rojos. Quienes conocen a algún inspector del Indepabis sabe que esta gente, carente de preparación profesional y de valores patrios, sólo viven de la “maraña” y extorsionando a las empresas y negocios (con muy escasas excepciones). Curiosamente, la expropiación de Éxito no fue una buena noticia para los señores inspectores del instituto, para nada. Y es que resulta que cada una de las sucursales de Éxito en la ciudad se “bajaban de la mula” mensualmente con éstos para mantener “buenas” relaciones.

La tajada mensual que le sacaban a la empresa se les acabó. Este mecanismo también opera con cadenas de supermercados y negocios varios. Esto sin contar los “regalos” y beneficios que reciben de las empresas de telefonía, tiendas de marcas importadas 100 por ciento yanquis, concesionarios, ventas de repuestos, panaderías y todo lo que se puedan imaginar. Los “pobrecitos” se verán obligados a darle más duro a la matraca por otro lado. Lo bueno para ellos: las expropiaciones tienen en zozobra a los comerciantes y seguramente accederán a sus grotescas peticiones. Este no es el país que quiero para mis hijos, qué pena.

Los apagones cansan. No tengo duda alguna, ni escueta, de que los apagones tienen obstinados a TODOS los venezolanos. Es una rabia que ni los chavistas pueden controlar por más que se repiten una y otra vez el impacto del fenómeno “El Niño” en nuestro país. “Es algo sin precedentes, ¿cómo llegamos a esto?” se pregunta más de uno en medio de la penumbra y el prehistórico silencio que inunda los espacios por la ausencia de electricidad. Otros son invadidos por un miedo aterrorizante al manejar en las calles oscuras de la ciudad y hasta estando encerrados en sus casas. En el sector Cañada Honda la semana pasada asaltaron durante los apagones a todas las familias de una misma cuadra, unas seis en total. Es una pesadilla que no nos merecemos los venezolanos, o quizá si. Lo que estoy segura es que este año sucederán cosas drásticas, para bien o para mal, no queda aguante ni paciencia, huele a violencia social. El clarín de la democracia está sonando.

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