Más majunche será usted


¿Cuándo se ha visto que un Presidente se dirija a la nación hasta cuatro veces a la semana para arrojar la misma fastidiosa, repetitiva y traqueada catajarria de improperios contra una mayoría opositora? ¿Por qué tenemos que calarnos tanto insultos y vejámenes? Ya es hora de darle un parao y decirle la verdad. Decirle por ejemplo, que sus intenciones serán muy buenas pero que desgraciadamente está totalmente equivocado, el comunismo fracasó en todas partes del mundo y Venezuela no será la excepción. Mientras tanto, en su terco afán por mantener lo insostenible arruina al país y lo hipoteca al infinito.

Asegura ser un antidictador y sin embargo, la definición textual del término le encaja perfectamente: "Persona que se arroga todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica". Dice que los gobiernos democráticos lo que hicieron fue echarle plomo al pueblo cuando en realidad el único que lo hizo fue él, en los golpes de 1992 y puente Llaguno.

Cuando le conviene le da la tocoquera por la concordia, la negociación y el entendimiento para exigir que respeten los resultados electorales, pero no se acuerda de las declaraciones de su ministro de Defensa cuando expresó que desconocería una victoria política de la oposición, o las de su hermano Adán quien afirmó que recurriría a la lucha armada como forma de mantener el poder, o las del director de la DIM, sobre no aceptar a otro comandante.

Apátrida y traidor es quien coloca funciones básicas del Estado en manos de una nación extranjera a la que se idolatra más que a su propia patria. Majunche es aquel que incita al robo, a la invasión de la propiedad privada, a la impunidad, y sobre todo, para hacer creer que se puede vivir y progresar sin trabajar ni estudiar como lo hace el 45 por ciento de la población contagiada por alguna de las misiones oficiales. Que oiga quien tiene oídos…




Ernesto Garcia Mac Gregor
Médico




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