El panóptico digital
A finales del siglo XVIII, Jeremy Bentahm, filósofo inglés famoso por sus aportes al utilitarismo, diseñó por encargo de Jorge III un modelo de centro penitenciario donde un vigilante puede observar a todos los prisioneros sin que ellos sepan cuando son observados. Esta mirada omnipresente que se siente permanentemente sobre los prisioneros crea un efecto psicológico que hace que el prisionero termine vigilándose a sí mismo. A esta cárcel la llamó Panóptico.
En 1975, Michel Foucalt, retoma esta idea en su libro Vigilar y castigar, utilizando los panópticos como la materialización del poder, no desde sus principios y formas, sino desde sus extremidades y objetivación. Así mismo lo hizo George Orwell con su novela 1984 escrita en 1948, y que tiene muchos paralelismos con las sociedades represivas que aún tenemos en el siglo XXI. El Gran Hermano de Orwell es el vigilante de Bentahm.
En España, un grupo de blogueros además de varios millones de personas que se cuentan como internautas del país, se encuentran indignados ante la aprobación de una Ley de Economía Sostenible que aloja como contrabando un parágrafo que da la potestad al Gobierno, a través de una comisión administrativa paralela a la Corte Suprema, de poder cerrar sitios web que presuntamente están infringiendo derechos de propiedad intelectual, esto ha derivado en meses de huelgas, protestas y destituciones, entre otras cosas.
En Venezuela la cosa va más lejos, porque las restricciones al servicio de Internet son apenas una arista de un paquete de leyes anacrónicas que se acaban de aprobar y que parecen propias de una república bananera. Meses antes de aprobar la nueva Ley de Telecomunicaciones ya el Gobierno bloquea páginas que brindan información sobre el dólar paralelo, para esto no hizo falta ni permisos, ni aprobaciones, ni consultas de ningún tipo; con esta aprobación ahora el Gobierno "legalmente" lo puede hacer. Quieren que Internet sea como la televisión, donde sólo se transmite lo que deciden sus dueños, sus intereses económicos; la neutralidad de la red es algo natural al nacimiento de Internet, con esta aprobación la Internet desde Venezuela ya no será la Internet a la que tiene acceso el resto del mundo.
En 1975, Michel Foucalt, retoma esta idea en su libro Vigilar y castigar, utilizando los panópticos como la materialización del poder, no desde sus principios y formas, sino desde sus extremidades y objetivación. Así mismo lo hizo George Orwell con su novela 1984 escrita en 1948, y que tiene muchos paralelismos con las sociedades represivas que aún tenemos en el siglo XXI. El Gran Hermano de Orwell es el vigilante de Bentahm.
En España, un grupo de blogueros además de varios millones de personas que se cuentan como internautas del país, se encuentran indignados ante la aprobación de una Ley de Economía Sostenible que aloja como contrabando un parágrafo que da la potestad al Gobierno, a través de una comisión administrativa paralela a la Corte Suprema, de poder cerrar sitios web que presuntamente están infringiendo derechos de propiedad intelectual, esto ha derivado en meses de huelgas, protestas y destituciones, entre otras cosas.
En Venezuela la cosa va más lejos, porque las restricciones al servicio de Internet son apenas una arista de un paquete de leyes anacrónicas que se acaban de aprobar y que parecen propias de una república bananera. Meses antes de aprobar la nueva Ley de Telecomunicaciones ya el Gobierno bloquea páginas que brindan información sobre el dólar paralelo, para esto no hizo falta ni permisos, ni aprobaciones, ni consultas de ningún tipo; con esta aprobación ahora el Gobierno "legalmente" lo puede hacer. Quieren que Internet sea como la televisión, donde sólo se transmite lo que deciden sus dueños, sus intereses económicos; la neutralidad de la red es algo natural al nacimiento de Internet, con esta aprobación la Internet desde Venezuela ya no será la Internet a la que tiene acceso el resto del mundo.
Carlos Rondón / Ingeniero
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