Los suscriptores de Chávez


El gobierno redirige su mira telescópica. Encontró un nuevo blanco que atacar: CNN. El escándalo de los más de 5.000 contenedores con comida podrida, ha causado estragos en la revolución, a tal punto que el gobierno ha hecho de todo para intentar minimizar el sentimiento de rechazo del pueblo a la gestión gubernamental.

Desde la orden de captura contra los dueños de Globovisión, intervención de las casas de bolsa, intervención del Banco Federal, pasando por insultos a la iglesia y al Cardenal, ruptura de relaciones con Colombia, hasta el cadáver de Simón Bolívar se desenterró para tratar de desviar la atención, en fin, de todo se ha hecho para esconder el más grande escándalo de desidia, incompetencia y corrupción jamás ocurrido en la historia de Venezuela.

Pareciera contradictorio que el gobierno ataque al canal internacional de noticias CNN en español, cuando ha venido diciendo que ese canal sólo es visto por la oligarquía venezolana y que el pueblo sólo disfruta de la señal abierta de los canales nacionales. La verdad es que analizando las estadísticas que nos hablan de la penetración que han tenido los canales por suscripción de cable y satélite, es fácil suponer el miedo del gobierno a lo que se denuncia en dicho canal de noticias.

Las propias estadísticas oficiales que aparecen en la página de Conatel en Internet, muestran que la penetración de cable y satélite en Venezuela, para el año 2.009 es de 2.165.787 suscriptores, arrojando una potencial cifra de 6.750.043 personas que disfrutan de la señal por satélite o cable. Si entendemos que en el primer trimestre de este año 2.010, la cifra oficial de suscriptores subió a 2.185.533, es probable que la cantidad de personas que ven cable esté muy cercana a los 7 millones.

Para el gobierno, es un auténtico desafío el hecho de que casi 7 millones de personas no dependan de las señales abiertas ni de las cadenas para seguir informándose de lo que pasa en Venezuela y el mundo. La preocupación del gobierno apuntando toda su artillería hacia CNN en español, por el simple hecho de transmitir un documental (Los guardianes de Chávez), que desnuda la verdad de lo que pasa, día tras día, en los barrios, hospitales y fronteras venezolanas, resulta ridícula, pero comprensible.

El gobierno siente que debe tener dominio de lo que transmiten los canales fuera de nuestras fronteras. La verdad de lo que sucede en nuestro país no puede ser conocida por el venezolano. Mientras los canales de señal abierta siguen transmitiendo novelas o alabanzas al gobierno nacional, la población casi en estado de coma, apenas tiene su escapatoria viendo canales que no estén censurados por la bota militar.

El rostro del presidente del canal Telesur, riéndose, mientras en el debate de CNN en español se denunciaban las cifras rojas que ha dejado la inseguridad en nuestro país, nos hacía sentir que estábamos en una extraña y turbulenta obra de Kafka.

Y es que la virulenta arremetida de todos los medios estatales contra quienes vimos el video y denunciamos la masacre que desde hace varios años viene haciendo el hampa contra el venezolano, parece enfermiza. El gobierno intenta ocultar las terribles fallas que tiene en la materia de seguridad personal. Guardaespaldas de afamados líderes revolucionarios, soldados, ministros, jefes policiales, etc., todos han sido víctimas de robos o asesinatos, producto de una violencia desatada que tiene su raíz en la falta de un Estado eficaz para controlar el armamento y el narcotráfico.


Noel Valderrama

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