LA PODREDUMBRE
La ley de Tierras, la inseguridad jurídica y personal, las invasiones, el acoso contra los productores provocaron la ruina del campo venezolano. Como consecuencia, el chavismo tuvo que importar hasta el 70 por ciento de los alimentos para que el pueblo no sintiera el desabastecimiento.
En enero 2008 se creó la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (PDVAL) y por decreto se ordenó flexibilizar la obtención de divisas para importar alimentos. En marzo 2009 quedó establecida la compañía Bolivariana de Puertos, con 51 por ciento de capital venezolano y 49 por ciento cubano, la cual tomó control de todos los puertos nacionales. En esa misma fecha se otorgaron licitaciones multimillonarias a 13 empresas extranjeras.
Barivén, filial de PDVSA fue la encargada de las negociaciones en sobornables dólares preferenciales, mientras que de la distribución de las importaciones se encargaron PDVAL y Mercal, esta última, desde su creación, convertida en fuente inagotable de corrupción.
En enero 2010 se robaron dos contenedores de leche de Puerto Cabello. En febrero se consiguieron 120 de estos recipientes llenos de pollo y carne en estado de descomposición. En marzo se volvieron a conseguir 5,4 toneladas de alimentos putrefactos, y la semana pasada se detectó la asombrosa cantidad de mil 197 contenedores de la empresa Cealco, “recuperada para el socialismo”, con 36 mil toneladas de alimentos en estado de fermentación. Surgieron también los 800 contenedores “podridos” de Tinaquillo y los 360 de la “confiscada” almacenadora Transgar.
La respuesta dada por el innombrable a esta putrefacción gigantesca fue una insoportable cadena televisada de siete horas de interminables insultos, odios, resentimiento y maldiciones (“maldito sea el Estado de Israel”) y el acoso directo a la Polar, antítesis del fracasado chavismo. Que oiga quien tiene oídos.
Ernesto García Mac Gregor -
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