Aquí va preso todo el mundo

¡Hasta el gato! Aquí va preso todo el mundo. Pero como algo contradictorio, el sistema penal y los retrasos procesales, las armas regadas, la inseguridad, nos dicen que no van presos quienes deben ir presos. Si protestas, vas preso; si hablas, vas preso; si no te callas, vas preso.

Yo siento, y me da mucha pena decirlo, como si en Venezuela estuviésemos viviendo el Infierno de Dante, ya bajando bastante en niveles o pisos. Desde hace un tiempo, y no sé decir cuánto, porque creo que la descomposición en Venezuela ha sido gradual y no podemos, en estos últimos tiempos, contar con hitos cómo se construyen las historias nacionales. Estamos pasando a un nivel de valor democrático muy diluido. Hemos perdido la democracia en Venezuela y eso es lo peor que puede pasarle a nuestra sociedad. Hemos adolecido como sociedad de muchas cosas; nos hemos hecho los locos con muchos problemas en nuestra historia democrática; hemos sido tímidos.en la responsabilidad social, por decir lo menos;.no hemos sido unos santos pues,.en criollo, en cuanto.a la construcción de un país viable para todos, ... pero éramos democracia. Yo creo y ahora sí, aunque muchos colegas denuncian esto desde hace.algunos años, ahora sí siento el piso democrático mucho más endeble. Ya nos quedan sólo las elecciones. Ya no nos quedan instituciones sociales al servicio del desarrollo, ni de la productividad, ni del conocimiento, pues las pocas que quedan están sentenciadas, como las universidades.

La pregunta que todos nos hacemos no es sobre los límites democráticos de este Gobierno, porque ya sabemos que se mueven con justificaciones de guerra, como siempre se hace en los regímenes autoritarios; la pregunta es si como nos arrebatan la democracia en forma gradual, ¿estamos dispuestos a perderla? Si usted cree que un sociólogo en Venezuela sabe esta respuesta está equivocado. Al menos yo no la sé. Creo que algunos venezolanos están dispuestos a perder la democracia porque no. saben valorarla, porque la herencia histórica que se ha vivido pone a la democracia al mismo nivel de validez que un circo, que un espectáculo. Lo cierto es que o se activan los valores democráticos que aún podemos preservar o seremos como son los países petroleros en su mayoría (somos la excepción), un gran Gobierno autoritario y respondón, que sin ser productivo compra todo con el combustible, mete preso primero y pregunta después.

Natalia B. Sánchez A. / Socióloga