Comando Harakiri


En 24 horas la oposición saldría de abajo sin tanto trabajo con el Comando Harakiri. ¿Qué es el Comando Harakiri? Lean y lo sabrán.



Hay miedo en el país, lo que se traduce en una avalancha de mensajes de Twitter.

Por la calle preguntan, ¿qué hace la Mesa de la Unidad? ¡Ni una protesta!, se quejan.

En el país sobran los artículos y las declaraciones, algunas de la mesa, sin que nada pase, pero los que más critican apuestan a que la comisión de la OEA, la ONU, los marines les quitarán de encima a Chávez y como nada ocurre, apoyan a los que toman posturas radicales, y hacen circular rumores que juran provienen de buena fuente.

Últimamente cuando alguien me habla de salidas violentas, le pido el número de teléfono para ponerlo en contacto con un grupo, imaginario, claro, dispuesto a tomar las armas. Ahí mismo el guapetón de café cambia la conversación.

El país siente a la oposición indefensa, ya no le bastan análisis jurídicos que demuestren la imposibilidad de que ocurra: Chávez lo está haciendo. Tampoco consuela ya escuchar a un economista que con toda razón anuncia que rodamos barranco abajo. La oposición lucha contra un adversario de 400 kilos de peso, armado con una mandarria, con la ventaja de que casi 4 millones de venezolanos trabajan para el Gobierno, o reciben becas, bonos, etc…A ellos Chávez les repite que si cambiara el Gobierno perderían sus beneficios, como si la oposición fuera a anular los beneficios sociales legítimos.

Miraflores dispone de una vasta maquinaria, no vacila en echar mano de los recursos de las empresas estatizadas como si fueran una gigantesca caja chica. Hay que derrotar entonces a Chávez, sin contar con recursos para financiar la campaña.

Ante tal panorama aumenta el convencimiento de que ni siquiera una derrota electoral en septiembre impedirá que Chávez siga comportándose como lo hace. Sólo queda invocar una verdadera unidad después de las elecciones de septiembre, constituir un comando verdadero que tome decisiones sin convocar a los integrantes de la Mesa de la Unidad, sin poner de acuerdo a tantos partidos, candidatos, personajes, con la eficacia y la autoridad de una dirección nacional de un partido.

Esto hoy no es posible, los ojos están flojos en 2012, nadie quiere cederle terreno a un posible rival, llegó la hora del Comando Harakiri.

En 1945, nació en Venezuela el primer Comando Harakiri.

La junta de Gobierno que toma el poder en 1945 declaró inmediatamente que ninguno de sus miembros aspiraría a la Presidencia en las elecciones presidenciales. Rómulo Betancourt afirmó que sería un harakiri político. Algo similar le tocaría hacer al Comando Unitario de Oposición, cuyos miembros declararon que bajo ninguna circunstancia aspirarían a la Presidencia de la República. Sólo con un comando harakiri la Mesa de la Unidad superaría la rivalidad sorda, y lógica, entre sus miembros y estaría en condiciones de responder realmente a Miraflores.

¿Quiénes compondrían ese Comando Harakiri? Pues, ni idea. Hasta ahí no llego, además no sobrarían quienes quisieran participar en ese comando, lo que les condenaría a no ocupar cargo alguno en el futuro Gobierno.

fausto.maso@gmail.com

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