Se nos está acabando el tiempo



Cuatro semanas exclamando a gritos que la oposición no tiene chance si el dictador decide lanzarse en campaña electoral. Pero la respuesta ha sido una crítica inclemente con calificativos de entreguista, derrotista, profeta del desastre y otros.


Las encuestadoras, Instituto Venezolano de Análisis de Datos, e Hinterlaces le daban al innombrable una ventaja tremenda, prácticamente victoriosa de 27 y 18 puntos, respectivamente. La semana pasada se reportó la supuesta "esperanza salvadora", Datanálisis, para acabar de aguar la fiesta; 13 puntos a favor del que te conté. Pero todos miran a Consultores 21, que ofrece solo un punto de ventaja al chavismo. Hasta esa opción es grave, no es un triunfo ni motivo de orgullo. A estos tramposos hay que ganarles por lo menos con 800 mil votos, de lo contrario maquillan las cifras a su antojo y nos roban como a niños de pecho.


Dirán ahora que las encuestas no son importantes. Así dijeron del abstencionismo que les puso en bandeja de plata las riendas del país a estos traidores a la patria. Así ocurrió con el tremendo fiasco del golpe de Carmona que nos hundió en esta pesadilla.


Lo cierto es que contra la piñata electorera que ya empezó desde Cuba vía TV no hay quien pueda. El show mediático será bien orquestado cotidiano y arrasador. Hasta se habla de verdaderos espectáculos musicales con artistas invitados y todo. Por su parte, el reparto aún no ha cogido vuelo. Lo de las misiones son migajas ante lo que viene, como el pago de las prestaciones sociales a millones de empleados públicos. ¿Qué ofrece la oposición a cambio de tanta repartidera irresponsable de dinero? Trabajar y trabajar.


La única oportunidad de triunfo es ofrecerle una información masiva y sistemática al pueblo, desenmascarando las grandes mentiras de este régimen y explicando que el comunismo y Cuba son la antítesis del progreso. Que oiga quien tiene oídos...





  


Ernesto García Mac Gregor

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