Franco y Chavez.


        
Por estos días terminamos de leer un libro gordo de una biografía de Francisco Franco, el dictador español, tan abundante en detalles que sorprende. Está escrito por un profesor de historia de Oxford, Paul Preston, y para los que les guste tema no creo que puedan encontrar mejor cosa.
        Pero la lectura se puso interesante cuando se nos hizo evidente las muchas similitudes entre Franco y Chávez y las líneas que siguen tratarán de demostrarlo.
        Ambos se formaron en el ejército y llegaron al poder por alzamientos militares. Por supuesto con matices. Franco fue un comandante que se jugó la vida en Marruecos, le dieron un plomazo en la barriga y alcanzó rápidamente fama de héroe que le permitió ser el general más joven de España. Posteriormente dirigió una cruel guerra civil de inmensas batallas cuya cicatriz aún no cierra. Por su parte Chávez olía la pólvora, principalmente, en las fiestas patronales mientras animaba la elección de la reina. Pero bueno, sea como fuere, los dos llegaron al llegadero.
        Las principales coincidencias ocurren una vez que asumen el poder. Lo primero es que se convierten en líderes indiscutidos. A uno le llaman “el caudillo” y al otro “mi comandante presidente”. Todos los poderes se rinden a su autoridad. Las Cortes españolas y la Asamblea venezolana vienen a ser títeres y tanto Franco como Chávez son jefes del gobierno, jefes de las fuerzas armadas, jefes del partido y jefes de cuanto les da la gana.
        Los dos promueven la ideología única. Dividen a los ciudadanos en buenos y malos. Persiguen a los malos, uno con cárcel y paredón y el otro con cárcel y listas negras. Inventan enemigos externos a los que hay que combatir. Franco lo hace con los comunistas y los masones y Chávez  con el imperio yanqui. Los dos gustan de la adulancia, las manifestaciones masivas, las consignas y la gritería. Los dos se creen la continuación de héroes del pasado, Franco con Reyes Medievales y el Cid y Chávez con Bolívar.
        Franco usa una materia prima española, el volframio, como arma política y Chávez usa de igual manera el petróleo venezolano.
        En el gobierno de Franco fueron creciendo las tensiones internas entre su aliado político, la falange, y sus generales. De la misma forma en el gobierno de Chávez existe una fricción intensa entre los fanáticos izquierdosos y los militares.
        Tanto Franco como Chávez inventaron trucos para mantenerse en el poder indefinidamente. Franco se hizo el loco y solo cedió el poder cuando ya era clara su muerte y Chávez inventó una reforma constitucional que le permite ser Presidente eterno.
        Hay otras coincidencias que omitimos por falta de espacio, pero sorprende hasta el idéntico uso de sus apellidos con igual número de letras y vocales.
        Los extremos de derecha e izquierda se tocan y se asemejan muchísimo, pero los dos son malos. Es nuestra oportunidad de volver al justo medio que predicaba San Agustín. Falta poco. 








                                                       Eugenio Montoro
                                                     montoroe@yahoo.es

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