DEFENSOR DEL PUESTO…
Si algún organismo de Estado ha sido cuestionado y no tiene la credibilidad suficiente para existir es la llamada Defensoría del Pueblo. A quien el gentilicio criollo popular le ha cambiado el nombre por el defensor del puesto y todo esto ocurre porque, quienes han desempeñado ese cargo y aún lo desempeñan tanto en el ámbito nacional como en cada uno de los estados que conforman el territorio nacional han sobresalido y no precisamente por defender al pueblo, sino por mantener una postura sumisa al Ejecutivo nacional y regional, respectivamente, y tomar decisiones sesgadas que van en contra y detrimento de su propia esencia y existencia.
La Constitución Bolivariana de la República de Venezuela aprobada en el mes de diciembre del año 1999 y con exposición de motivos del 24 de marzo del año 2000 contempla en la Sección Segunda, de la Defensoría del Pueblo en su Artículo 281. Son atribuciones del defensor o defensora del Pueblo. Parágrafo 2.- Velar por el correcto funcionamiento de los servicios públicos, amparar y proteger los derechos e intereses legítimos, colectivos o difusos de las personas, contra las arbitrariedades, desviaciones de poder y errores cometidos en la prestación de los mismos, interponiendo cuando fuere procedente las acciones necesarias para exigir al Estado el resarcimiento a las personas de los daños y perjuicios que le sean ocasionados con motivo del funcionamiento de los servicios públicos».
La Constitución Bolivariana de Venezuela muy claramente establece y es de obligatorio cumplimiento lo referente a proteger al ciudadano, a ese soberano que tanto se ufanan de invocar ante el deterioro y el mal funcionamiento que prestan los servicios públicos en nuestro país. Barinas, la cuna de la «revolución bonita» es un vivo y claro ejemplo de los malos servicios que prestan Corpoelec, Cantv, Inos, Gobernación y alcaldías.
Es evidente y no lo pueden ocultar. Esa situación se ha agravado en estos trece años de la «revolución bonita» en razón de que quienes han tenido la responsabilidad de administrar esos servicios y hacerlo llegar al pueblo en forma eficiente se han quedado en el aparato y hasta ahora es fecha que no han arrancado lo cual genera todo el desparpajo que ocurre en Venezuela y especialmente en Barinas.
Podrían existir dos razones que privan sobre esos malos servicios: la ineficiencia de los funcionarios que han desempeñado esos importantes cargos en los organismos que deben generar esos buenos servicios, es el caso de Corpoelec, Cantv, Inos, la Gobernación y las alcaldías. La otra razón se encuentra focalizada en que, producto del desconocimiento e ineficiencia por parte de los funcionarios del Estado venezolano, no se tomaron en cuenta las acciones para prevenir el deterioro progresivo de la estructura eléctrica, de los acueductos, de las comunicaciones. Y para colmo de males los gobernantes regionales, gobernadores y alcaldes, durante estos trece años sólo se han dedicado hablar estúpidamente de una revolución y de un socialismo que, simplemente, es comunismo.
Eso es lo que quieren implantar en la Patria de Simón Bolívar. Algo catastrófico y de allí que los próceres de este proceso sólo se han dedicado hacer desaparecer las obras y reivindicaciones verdaderamente positivas logradas en los períodos gubernamentales y evidentemente democráticos después de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.
Comentarios