DISCURSO DE ORDEN 24 DE JUNIO DE 2011


DISCURSO DE ORDEN 24 DE JUNIO DE 2011


por Kurt Nagel von Jess

       Ante el grandioso espectáculo de la Creación, presenciamos acontecimientos que producen consecuencias. Unos son hechos naturales, otros son humanos. Estos últimos corresponden a ese ser especial fabricado a imágen y semejanza de Dios, compuesto de espíritu y materia, condicionado desde su
nacimiento por cinco elementos fundamentales: nace con libertad, busca la justicia, quiere vivir con seguridad, necesita imperiosamente convivir con sus semejantes y conjuntamente busca el bien común.

           Dos son principalmente los instrumentos de los que se vale para armonizar esos cinco elementos: el
derecho; conjunto de normas de carácter imperativo-atributivo, que dado en un tiempo y lugar determinados, y proveniente de la autoridad legal competente para ello, le impone deberes y le concede facultades; y el estado, ente político encargado de hacer efectivo el derecho, compuesto por esos mismos seres humanos denominados población, un territorio y un gobierno; éste último, parte de esa misma población en el cual ésta deposita la facultad de ejercer el poder; poder que puede ser nacional, estadal, y municipal según el ámbito
territorial; ejecutivo, legislativo y judicial según la labor que realice, necesaria esta división para que el poder se ejerza de manera controlada.

A ello se suman otros organismos que tienen específicas funciones, entre ellos, las fuerzas armadas, hoy divididas en ejércitos de tierra, mar y aire y las demás fuerzas complementarias con la función específica de defender la soberanía, velar por el buen funcionamiento del estado y el bienestar del ciudadano; controlar que
se cumplan las leyes, evitar el desbordamiento delictual, ser los garantes de la constitución y de las leyes, preservar el estado de derecho; en fin, servir y proteger a los honrados ciudadanos quienes, a final de cuentas, somos quienes pagamos sus sueldos,  y velar por la felicidad y el bienestar de todos.

           El 19 de abril de 1810, se decidió conseguir la independencia del imperio colonial; ella se plasmó constitucionalmente el 05 de julio de 1812 y fue sellada definitivamente el 24 de julio de 1823 con la Batalla del Lago de Maracaibo y firmada su capitulación definitiva en esa histórica y bellísima casa que tenemos al frente.

           Históricamente, sin embargo, ese fatídico y mal intencionado centralismo que siempre nos ha agobiado, determinó que fuera el 24 de junio de 1821, hace hoy exactamente 190 años, la efeméride
con la cual la mayoría de los venezolanos celebramos el final de aquella cruenta guerra. No hay inconveniente en así reconocerla y que sirva para conmemorar el triunfo de nuestras fuerzas armadas terrestres; pero,
lastimosamente hoy, aquellas ideas que sobre ese dignísimo y honroso ejército y la labor que deberían haber siempre desempeñado, y que  embargaban el pensamiento de Simón Bolívar, jefe máximo en aquella gesta heròica, pareciera que en muchos aspectos han quedado desvirtuados.

       Para instruir a los ignorantes y refrescar a los interesados en tergiversar su pensamiento, me he permitido
entresacar algunas de esas maravillosas frases del Genio de América.

       En carta dirigida al general español Pardo (el 17.05.1816) le hace ver: “El verdadero guerrero se gloría solamente de vencer a sus enemigos, más no de destruirlos”.

       En otra, al Gral. Salom (el 25.09.1825) dice: “La justicia sola es la que conserva la República;
los ejércitos se relajan con nada”.

       En una a su edecán el Gral. Daniel Florence O´Leary (el 13.09.1829) le menciona: “Es insoportable el espíritu militar en el mando civil”.-

       En el discurso dirigido en el Convento de San Francisco en Caracas (el 02.01.1814) proclama: “Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria.-

No es el árbitro de las leyes ni del gobierno; es el defensor de su libertad”.-

       Dirigiéndose  a Santander (el 30.05.1823) comenta: “Los militares instruidos y buenos  son muy pocos y muy preciosos”.

       Y mas tarde, al mismo (el 26.04.1828) hace hincapié en que: “Un militar no tiene virtualmente que meterse, sino en el ministerio de sus armas”.

       Al Canónigo Cortés de Madariaga(el 26.11.1816) le da su opinión: “El sistema militar es el de la fuerza, y la fuerza no es gobierno”.

       Y en el Proyecto de Constitución para Bolivia (el 25.05.1826) apunta: “El destino del ejército es guarnecer la frontera. ¡Dios nos preserve de que vuelvan sus armas contra los ciudadanos!”.-

           Revisando ese pensamiento bolivariano, podemos gritar  ¡Patria! SI, Pero para todos: niños, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, gobernantes y gobernados, militares y civiles, intelectuales y  analfabetas, científicos y artistas,  fuertes y débiles, pobres y ricos

       Pero socialismo ¡NO! Porque todos tenemos derecho a disentir, a opinar, a tener nuestras propias ideas; la libertad de opinión es sagrada en la medida que ella no vaya en detrimento de los derechos inalienables de los demás.

       Y tampoco ¡Muerte! Esto jamás. La vida es un don preciado. Lo que las fuerzas totalitarias, autocráticas
pretenden, es acabar con quienes no piensen como ellos.

       Por eso, tanto el comportamiento que se les exige como el que se les impongan esos gritos estentóreos de discriminación y de vergüenza a nuestras fuerzas armadas, dignas herederas de nuestros héroes del ayer, es una total aberración.- ¿Qué se quiere con ello? Hoy

vemos los resultados en la horrorosa represión desatada en nuestras cárceles.-

Es la expresión que corresponde a una ideología, a una manera de ser, a un sistema de vida, que con el devenir de los tiempos ha demostrado aumentar el odio, la violencia, la delincuencia, la represión, la impunidad, la injusticia, la corrupción, la decadencia, el estancamiento, el atraso, la división, la discriminación, el aumento de la lucha de clases, en general, el derrumbe de todas las instituciones y estructuras
del Estado, y, lo que es peor, de todos los valores morales, sociales y jurídicos;  y por ende, obstruye la necesaria consecución del bienestar del ciudadano común. Esto es lo que hay que hacerle saber y
entender al ejército y a quienes lo conforman.



       Señores, muchas gracias



Plaza
Bolívar

Maracaibo,
viernes 24.06.2011

Recibido por correo

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