La historia vuelve a repetirse
Cada vez que el Estado regala dinero al agro, éste termina más golpeado que antes. En 1928 un grupo de allegados al Gobierno se robó todos los créditos del Banco Agrícola y Pecuario sin que un centavo fuera al campo. En 1939 el MAC funda innumerables colonias agrícolas, todas quebraron. En 1949 el IAN aportó millones en crédito pero en 1958 una encuesta demostró que el 88 por ciento de los beneficiados no habían utilizado el dinero en operaciones agrícolas.
Durante el gobierno de Rómulo Betancourt se inicia la Reforma Agraria para quitarles los latifundios a "los ricos" y dárselos a los campesinos. 165 mil conuqueros fueron asentados en las haciendas de "los ricos" mientras que éstos se mudaron a las urbes y colocaron su dinero en inversiones más cómodas y seguras. Veintiún años más tarde, 30 por ciento de los invasores habían abandonado las parcelas y 59 por ciento continuaban en su producción miserable de autoconsumo. Como era de esperarse la producción se vino abajo.
Durante el primer gobierno del recién fallecido Carlos Andrés hubo una entrada inusitada de dinero al erario público que desató el reparto populista más grande hasta entonces visto en la ya "Venezuela saudita". Los favorecidos del agro en dicha ocasión no fueron los campesinos sino los empresarios del campo quienes imputaban su ineficacia a la falta de incentivos. Como respuesta hubo una regaladera asombrosa desde intereses irrisorios a condonación de deudas. Resultados: en 1973, el campo producía el 67 por ciento de lo que consumíamos, para 1978 el porcentaje bajó a 38.
Ahora el innombrable ha aniquilado la producción de alimentos y la ha reemplazado por importaciones. Hasta las procesadoras de plátano de cooperativas socialistas son expropiadas para ofrecérselas a los lejanos rusos. La idea es arruinar al país para que todos seamos pobres pero contentos como en Cuba. Que oiga quien tiene oídos..
Ernesto García Mac Gregor / Médico
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