Carta a Hugo Chavez



¡Epale Hugo, te tengo una mala noticia! No es que no la sepas, sino que creo que es importante que la veas así, escrita en blanco y negro. Sí, Hugo, la noticia es que en cuestión de días perderás el abultado título de “micomandantepresidente”.

Tranqui… que no hablo de golpes ni cosa similar.

Te explico: pase lo que pase, sea cual sea la proporción, tú Hugo, el 26S tendrás que enfrentar una inmensa derrota. Porque vas a perder. Ese día, muérete -¡figurativamente hablando porsia!- esa es tu única opción. Un sendero amargo que tienes que caminar por obligación y sin opciones.

En cambio, los que te adversamos, pase lo que pase, vamos a ganar. Esa también es nuestra gloriosa y única opción.

Tu, de tenerlo todo, te verás perder… y conste que no hablo sólo de diputados.

Y nosotros, de no tener nada, ganaremos mucho, pero mucho más que curules en la AN.

Si Hugo, el nuestro será un gran triunfo.

Aún en el más pesimista de nuestros escenarios, la nuestra no será una “victoria de mierda” (Chávez dixit). Será una verdadera conquista. Una victoria apoteósica y cada diputado nuestro que gane, tendrá el rostro de la batalla que perdiste. La prueba viviente que no pudiste ganar. No pudiste Hugo.

Pero hay más. Resulta que nuestra victoria tendrá, gracias y a pesar de ti mismo, el matiz heroico que tanto ambicionas sin alcanzarlo. Nuestro triunfo será épico gracias a ti –ironías de la vida- porque tú eres el del ventajismo, el del poder absoluto, los abusos, las arbitrariedades y eres tu quien con ellos agiganta nuestro triunfo. ¡Cosa más graaandeee! ¿Cómo se te escapó esa?

Lo dicho, pierdes mucho más que diputados.

Se te volteó la suerte Hugo. Y no solo en lo electoral…

El 26-S tu título de “micomandantepresidente” se frunce y queda empequeñecido al de semicomandante, semipresidente de “algunos” habitantes de la República Bolivariana de Venezuela.

Pero, qué vainón, no puedes ni siquiera quejarte por ello Hugo, porque lo que haremos es tomarte la palabra. ¿Cómo así, te preguntas? Pues sí, tu propia palabra. Esa que en cadenas y alocuciones vocifera excluyendo venezolanos, diciéndoles que no les dará nada, ni siquiera el necesario hospital, que grita “exprópiese” y declara guerras. Y gracias a tu propio verbo -Dios escribe derecho con trazo torcido-, resulta que colocaremos diputados en la AN que te obligarán a ver, día tras día, a esa parte del país a la que le has dado la espalda y les negaste el pan y el agua. Literal y figurativamente hablando.

Habrás de convivir con diputados y electores a sabiendas que juntos forjarán el camino para que, como la leche expirada y los medicamentos vencidos, te retiren del estante en cuanto se cumpla tu fecha de caducidad en el año 2012. Constitucional y pacíficamente. A punta de votos.

Pero has de vivir hasta 2012 con tu título menguado, serás semicomandante y semipresidente. Solo de un puñito…

Tu drama personal será no saber quiénes te abandonaron. Será tu infierno privado. Entenderás lo que quiso decir CAP con lo de “la otra muerte”. Con cada diputado que pierdas tu y ganemos nosotros, el país te estará diciendo que abandona el proyecto y te abandona a ti a título personal. Que el afecto que te tenían se apagó con la luz que no tienen, se secó con el agua que no llega, con el hambre de PUDREVAL y sí, también con la pava de la que todo el mundo habla en susurros que gritan…

Sí Hugo, un día el pueblo espontáneamente te ascendió de teniente-coronel a comandante. No supiste estar a la altura de ese galón. El 26-S ese mismo pueblo te quitará en ceremonia de júbilo nacional, a punta de votos, los galones que no quisiste honrar. Adiós micomandantepresidente. O como dirían los chamos ¡Tas ponchao!

Publíquese y ejecútese el 26-S
¡Vota!

Olga K.”

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