Escándalo



En Venezuela, miles de millones de personas quedaron sin alimentos a causa de los corruptos, quienes deliberadamente dejaron que se pudrieran en los puertos de llegada; hoy es un escándalo silente, que se tradujo en un abominable delito al descartar el hambre del pueblo. Además del carácter punible, tiene una dimensión teológica al atentar contra la caridad, el deber de ayudar al prójimo en sus necesidades vitales, siendo un “pecado grave de toda gravedad botar los alimentos”.

El que tenga alimentos debe compartirlos con el que no los tiene (Luc 3, 11) contra las tradiciones observadas por los rabinos y los fariseos, Jesús declara puros los alimentos (Mc 7, 19). Él tiene un alimento que los discípulos no conocen y que consiste en hacer la voluntad del que lo envió y llevar a cabo su obra (Jn 4, 32, 34).

El país sufre el golpe más grave de su historia, que irrumpe sobre la educación, con el lema “Ser, conocer, hacer y convivir”, están sembrando la ignorancia en el pueblo, en los liceos y universidades bolivarianas, no se puede aplazar a ningún alumno, por más ignaro que éste sea y los maestros y profesores se traducen en héroes de la educación, sin salarios dignos ni beneficios sociales, deben atender a sus discípulos hasta en sus necesidades fisiológicas, si fuere el caso.

Una justicia cojitranco (cojea para un solo lado), se derrumba estrepitosamente, jueces que incurrieron en suicidio espiritual, es decir, atentaron contra su propia fe cristiana y se volcaron a las sectas en aras de servir a las herejías, y una política unilateral al servicio pleno de un sistema autoritario, destruyendo súbitamente la imagen de un auténtico equilibrio democrático: La Cámara del Senado, formando un régimen parlamentario unicameral que promueve la extinción del Estado y la perpetuidad de la dictadura de una Cámara única (Asamblea Nacional ).

Fue un golpe certero al principio representativo de la integración democrática, a la práctica de la doble discusión que evita decisiones precipitadas (cámara de enfriamiento o de reflexión, así se llama a la Cámara del Senado, es un golpe a la libertad individual y al principio de la división de los poderes).

Es el exacto sentido del escándalo que afecta a nuestro país, batir o golpear contra algo, destruyendo todo a su paso por efecto del golpe. Es un verbo que deriva de la voz griega “Proskóptein”. De igual manera, podemos hablar de obstáculo espiritual, que hace tropezar y caer espiritualmente a cualquiera a causa de comportamientos pecaminosos. Cuando San Juan Bautista dudó al bautizar a Jesús de Nazareth, éste declara bienaventurado a los que no se escandalizan de ÉL (Mt 11, 6).

En Getsemaní, Jesús les advirtió a los apóstoles que todos quedarán escandalizados por causa de ÉL aquella noche (Mt 26, 31), todos tendrán un bajón en su fe, por su captura, creyendo que ya no tenía poder para defenderse. En una oportunidad, Jesús llamó Satanás a Pedro, porque éste siempre pensaba en lo humano y no en lo divino, intentó decir que Jesús se coronara Rey en la tierra, esto sucedió después de la resurrección. En lo que respecta al sufrimiento y a las persecuciones; es como la semilla caída en un pedregal, así es el hombre, que sólo superficialmente oye la Palabra de Dios, con las primeras tribulaciones y persecuciones se escandaliza (Mt 13, 21), pierde la fe, cae, se desmorona en él la Palabra de Dios; por causa de las persecuciones muchos se escandalizan, fallarán en su fe, renegarán de ella. En la Última Cena, Jesús tuvo cuidado de advertir esto a los apóstoles, para que ellos no se escandalizaran, para que no sufrieran pruebas en su fe.

La desunión del grupo familiar por el repudio de su cónyuge, ocasiona un escándalo de efectos incalculables. Ante este desamparo familiar, las madres envejecidas por las privaciones, enfermedades y perdido su atractivo sexual, han consentido el concubinato de sus propias hijas apenas púberes, con sus mismos amantes, antes que perderles. Por ello el repudio es inaceptable salvo en los casos de adulterio.

En una oportunidad, los fariseos le preguntaron a Jesús ¿Es lícito repudiar a la mujer por cualquier causa? Dijo: Lo que Dios unió no lo separe el hombre. Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres, pero al principio no fue así. Y yo digo, que quien repudia a su mujer, salvo caso de adulterio y se casa con otra, adultera. (Mt 19, 3,4, 5, 6, 7, 8, 9). El escándalo es perturbador, crea desasosiego e intranquilidad a su alrededor y sus efectos son imprevisibles.

Jesús de Nazareth tiene expresiones muy severas sobre el escándalo, lo considera inevitable dada la debilidad de la naturaleza humana. Es preferible asumir cualquier sacrificio que dar escándalo (Mt 18, 6-8).A*




Alfredo J. Veloz Correa
Abogado - Teólogo

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¡Cuidaíto y lo tumban…!

LA PRUDENCIA