SI NO TIENES CASA PROPIA



Las primeras elecciones venezolanas ocurrieron en 1811 para designar a los congresantes del 5 de Julio. Es decir, que todos los que aparecen –desde Miranda para abajo– en la pintura de Martín Tovar y Tovar: La firma del Acta de la Independencia, tenían casa propia. En aquellas primeras elecciones no votaban las mujeres ni los menores de veinticinco años. Para aquel Congreso de marzo de 1811 votaron los “propietarios, por lo menos, de dos mil pesos en bienes muebles o raíces libres…”. Dos mil pesos serían hoy unos ocho mil bolos. Eran elecciones indirectas, es decir, que votabas por una persona que te representaba para elegir. El pueblo, pues, estuvo ausente de las primeras elecciones. 


Después, la nueva Constitución “rebajó a 21 años la edad mínima para votar y el monto requerido de propiedad a una cifra que oscilaba entre doscientos y seiscientos pesos, según se trataba de un sufragante casado o soltero, domiciliado en una capital de provincia en una población menor”.
Después de la disolución de la Gran Colombia, la nueva Constitución venezolana, la de 1830, cambió las reglas del juego: si querías votar debías tener una propiedad con renta anual de cincuenta pesos, unos doscientos bolívares de hoy. Si no eras propietario debías ganar un sueldo anual de cien pesos, siempre que no fueras trabajador doméstico. Un sirviente no podía votar. Así es que las cocineras, los barrenderos y los esclavos estaban, como diríamos en criollo: “fuera de juego”. 


Pero las elecciones más pintorescas en toda la historia y que señalan –y que me perdonen los amigos– nuestro subdesarrollo fueron las del cuatro de diciembre de 1988. Participaron veinticuatro candidatos: Carlos Andrés Pérez, Eduardo Fernández, Teodoro Pekoff, Godofredo Marín, Ismenia de Villalba, Edmundo Chirinos, Vladimir Gessen, Andrés Velásquez, Gastón Gisandes, Jorge Olavarría, David Nieves, Alberto Martini Urdaneta, Luis Alfonso Godoy, Luis Hernández C., Leopoldo Díaz Bruzual, Alejandro Peña Esclusa, Rómulo Abreu Duarte, Hernán Escarrá Q., José Rojas Contreras, Alberto Solano, Napoleón Barrios, Arévalo Tovar Y., Rómulo Yordi C. y Juan pablo Bront. Ganó Carlos Andrés Pérez con tres millones ochocientos sesenta y ocho mil ochocientos cuarenta y tres votos. 


En Venezuela fue muy frecuente la elección presidencial indirecta a través del Congreso. En diciembre de 1947 se rompió la funesta tradición: Rómulo Gallegos, Rafael Caldera y Gustavo Machado compitieron en elección directa. Ganó Rómulo Gallegos, en limpias elecciones, pero los adversarios alegaron que hubo trampa. Se afirmó que muchos campesinos fueron engañados, pues no querían votar, por no meterse en líos y le decían vota en blanco y ¡zass! Los raspaban, porque creían que “votando en blanco” no votaban por nadie. 


En Venezuela, el ñemeo y las elecciones son uña y carne. 


Así son las cosas… 




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