El estúpido sueño imposible
Ernesto García Mac Gregor /garciamacgregor@gmail.com
El socialismo del siglo XXI no es otra cosa que el comunismo de siempre con una careta distinta. Es un concepto ideado en 1996 por el mexicano-alemán Heinz Dieterich (quien hoy predice la derrota del chavismo) y popularizado por Chávez. Simplemente, no utilizan la palabra comunismo por el rechazo universal a este sistema fracasado. El plan concebido en el Foro de Sao Pablo en 1990, consiste en convertir a Latinoamérica en un baluarte comunista, lo cual se está supuestamente logrando, gracias a la petrochequera de Chávez.
Según Carlos Marx, la humanidad ya había desfilado por las cuatro fases clásicas desde la prehistórica hasta la capitalista; y ahora tocaba al capitalismo pasar a la etapa comunista, donde no habría ni ricos ni pobres, todos serían dueños de todo, ("Venezuela es de todos") y ni siquiera existiría el Estado. Como esa estúpida fantasía era imposible de realizar, Lenin propuso la fase previa llamada socialismo, en la cual aún existiría el Estado. Habría un partido único (PSUV) que asumiría todos los poderes (como en Venezuela) y se adueñaría de los medios de comunicación (RCTV). Posteriormente Stalin eliminó la propiedad privada (CANTV, etcétera). El Estado, las cooperativas y los consejos comunales (igualito que aquí) pasaron a ser los dueños de todo. Se propuso eliminar el Ejército y reemplazarlo por reservistas urbanos (reserva bolivariana). Se prometió un bienestar material y espiritual (Aló, Presidente y misiones) hasta llegar a la fase culminante, donde no existiera el Estado ("poder popular"), pero ocurrió todo lo contrario, el Estado se hizo más fuerte, totalitario y represivo (ídem), y todos sabemos lo que ocurrió después de 70 años de opresión.
La caída del comunismo comenzó (1989) en Polonia (Zulia) con un efecto dominó. El sistema se derrumbó porque en sus territorios desaparecieron todos los derechos laborales (sindicatos y gremios), civiles (libertades), políticos (partidos) y humanos (muertos y presos políticos), pero en especial, porque la economía resultó un rotundo fracaso. No hay una sola experiencia comunista exitosa en el mundo, incluyendo a la patética Cuba. Se trata de un estúpido sueño, muy bonito pero irrealizable, y que ha fracasado en todos los países donde se ha adoptado. Que oiga quien tiene oídos...
Comentarios
Lo siento no escribir más, pero mi español es malo escrito.
Un abrazo de Portugal