Total estado de indefensión


Venezuela se ha convertido en un Estado forajido al no acatar el dictamen de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El Tribunal Supremo de Justicia, utilizando un cínico trabalenguas que nadie entiende, declara que el precandidato Leopoldo López puede inscribirse en el Consejo Supremo Electoral y hasta ganar las presidenciales, pero que si eso ocurre, no podrá ejercer la primera magistratura. En pleno argot maracucho eso se traduce en: “Tenéis razón, pero de todas maneras vais preso”.

Intentando explicar lo inexplicable, la magistrada del TSJ se sale por la tangente y expresa que ningún tratado internacional puede in en contra de nuestra Carta Magna. Pero resulta que la Constitución venezolana, en su artículo 23, especifica que los tratados internacionales tienen fuerza de ley y son vinculantes, quiere decir, de obligatorio e inmediato cumplimiento por los tribunales. No lo dice la Corte extranjera sino la Constitución venezolana. De modo que la presidenta del TSJ está actuando ilegalmente al rechazar esta sentencia y, sin embargo, no pasa absolutamente nada.

Para colmo del sarcasmo, desde el PSUV, Cilia Flores, entre insultos y descalificaciones dirigidas al bloque de la democracia, declara que en Venezuela los poderes públicos son totalmente independientes y que el Judicial ha mostrado su ecuanimidad y justicia, esto en contraste con las conclusiones emanadas de la ONU, donde el gobierno chavista salió raspado, en especial en autonomía judicial y en libertad de expresión. Sin embargo, no había pasado una semana de este regaño internacional cuando los chavistas arremetieron contra Globovisión en violación flagrante de los susodichos derechos humanos.

Por su parte, Adán Chávez y varios generales activos alertaron descaradamente de que las Fuerzas Armadas no reconocerán al nuevo gobierno. Estamos en estado de indefensión total. Que oiga quien tiene oídos...







Ernesto García Mac Gregor 



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