La otra cara de la moneda



Las próximas elecciones presidenciales de octubre de 2012, servirán para que la sociedad civil incluyente de ciudadanos comunes, partidos políticos  y los llamados "Ni-Ni" o neutrales, concretice en las urnas el surgimiento de un proyecto de país y de gobierno totalmente diferente al actual que tiene a Venezuela postrada.

En sí nunca en 200 años de historia patria Venezuela había vivido una calamidad tan acentuada, una crisis tan profunda y destructiva, como la actual del régimen chavista. En sentido inverso, nunca antes en 200 años de historia patria había habido una oportunidad más valiosa como la del próximo 7 de octubre de 2012 para liberar a la patria y llevarla de nuevo a su independencia territorial y también la moral. Es una fecha para salir a votar masivamente, superando todos los escollos, la tramposería y el ventajismo del régimen, para sacar del poder a Chávez Frías.

Nos vamos a jugar el futuro de nuestros hijos y nietos, rescatando el sistema democrático que se perdió en manos del socialismo del siglo XXI, una grotesca metamorfosis del clásico marxismo-leninismo soviético o neo-comunismo a la cubana.

Por eso es extremadamente importante concientizar desde ya y sin más demoras, la responsabilidad que todo el mundo debe asumir ante ese gran reto. Se tratará de formular y poner en práctica un nuevo proyecto de país y el pluralismo democrático, mejorando el pasado con el fin de recuperar la institucionalidad, llevar a la práctica una inclusión justa y digna del venezolano. El fenómeno Chávez, resultó ser para el país un remedio peor que la enfermedad.

El nuevo proyecto de país pluralista y libre es lo opuesto al actual proyecto personalista, militarista, autocrático de largo plazo y entreguista de nuestra soberanía nacional a Cuba y ahora a Guyana con lo del Esequibo.

El profesor Ángel Lombardi lo plantea en su columna semanal por este diario, así: "está en el interés nacional y es el cambio que ha asumido la oposición y la disidencia, construir la unidad para el cambio que vaya más allá de los partidos de  oposición y que de hecho involucra a toda la sociedad. Ese proyecto autocrático de Hugo Chávez obliga a la sociedad venezolana democrática a organizarse y derrotar electoralmente la dictadura y el proyecto totalitario" que en mala hora nos tiene acogotados.

Esta nueva cruzada de los venezolanos demócratas, honestos y de buena voluntad, es el proyecto del nuevo país justo, libre y reconciliado más conveniente.






Kaled Yorde / Abogado



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