Para Arias Cárdenas

Con resultados favorables inobjetables, usted asume la Gobernación del Zulia, hecho repetido en su vida política. Las condiciones de toda índole de hoy día son más complejas, difíciles y dramáticas. El cambio de candidato prometedor y una campaña como gobernador paralelo se extinguió. Usted deberá asumir la responsabilidad en un estado que, para bien o para mal, tiene raíces históricas, vivencias sociales y culturales sumamente diferentes a las de otras entidades. No obstante, esas características usted (suponemos) las conoce.

Para enfrentar esa realidad deberá asumir con claridad cuál es su posición política, pues evidentemente usted no ha hecho manifestación expresa de ser comunista ni ultruso, condiciones que un grupo de poder requiere como norma de obligatorio cumplimiento para pertenecer a la “revolución”. No hemos visto en su personalidad rasgos de prepotencia ni procacidad en imitación a su comandante, ni menos aún afinidad abierta con el régimen castrista, y por lo tanto, no ha evidenciado actitudes genuflexas con los dictadores cubanos. Conocemos de sus graves diferencias históricas con el Presidente; eso fue vox pópuli en actos que usted públicamente realizó. Esas características son propicias para entender que usted no será sumiso ni lacayo.

Si lo anteriormente expresado le parece irreverente, deberá entender que quienes no tenemos compromisos políticos con nadie podemos y debemos constituirnos en cronistas de hechos que puedan beneficiar o perjudicar a nuestra región y denunciarlos, pero no será ni es la lisonja lo que precisamente construye soluciones.

Usted consigue un estado Zulia en difíciles momentos: una criminalidad desatada en todas sus modalidades, cárceles que se han constituido en verdaderos palacios de gobierno y torres financieras, en las cuales un grupo muy pequeño de reclusos y sus "prames" tienen más poder en la calle que las autoridades legalmente establecidas. Súmese a ello una complicidad policial, militar y administrativa. Recibe una Policía regional podrida en sus bases fundamentales y en su colectivo.

Usted deberá enfrentar a propios y extraños en la administración que asume. Tiene todas las posibilidades políticas y económicas. No tiene excusas para fallar. Usted conoce al Zulia y a los zulianos y sabe de su idiosincrasia. No los defraude.







 Por Israel Fernández Amaya /
Abogado



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