Lecturas acerca del resultado electoral


- Kaled Yorde / Abogado - -
Se puede considerar que los resultados de las pasadas elecciones regionales del 23- N, significan un triunfo cualitativo de la sociedad civil democrática que se opuso a la autocracia neo-comunista fascista de Hugo Chávez Frías, por un lado, y por el otro, un triunfo cuantitativo relativo del oficialismo. La oposición democrática triunfó en los estados y municipios más densos y fuertes en lo poblacional y económico, mientras que el PSUV ganó mayor número de alcaldías y gobernaciones, mayoritariamente en las regiones rurales y uno que otro estado por culpa de la oposición misma, que fue dividida y sin sentido de unidad. Las presiones, la estrecha vigilancia y coacción sobre los empleados públicos vestidos con franelitas rojas rojita y gorra; al igual que el tramposo recurso de los dobles y triples cedulados y personas fallecidas que votaron varias veces tuvieron mucho que ver con el resultado. De haber ido la sociedad civil democrática unificada en todos los municipios y gobernaciones, por un lado; y por el otro, la certeza absoluta de que el CNE fuera imparcial, sin tolerar las mañas y trampitas del Gobierno, el resultado numérico de los votos rojos rojitos hubiera estado en 20 a 25 por ciento por debajo de la cifra que dio el CNE.
¿Qué lecciones se tienen que sacar de todo esto? Muchas: Hay que dejarse de personalismos y de egoísmos y entender de una vez por todas que de lo que se trata es de recuperar las libertades democráticas secuestradas y derrotar al centralismo avasallante del autócrata que dividió a los venezolanos. El triunfo de la sociedad civil democrática del pasado 23-N es, sin embargo, una excelente noticia: Se trata del primer paso en la dirección correcta para derrotar democráticamente a la autocracia chavista; el segundo paso, lo serán las elecciones del 2010, con el fin de cambiarle los colores a la Asamblea Legislativa, de modo que no siga siendo un cheque en blanco de Miraflores; y por último, las elecciones del 2012 para sacar al autócrata del mando y mientras eso ocurra, los gobernadores y alcaldes ganadores de la oposición deberán mantenerse en los barrios, resolviéndole sus problemas a la gente de manera inclusiva y sin hacer distingos. Se trata de la siembra de una nueva Venezuela, libre de odio y de luchas de clases que nos ha traído a todos sólo miseria y miedo al porvenir.

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