Supuestas mentiras que son verdades Por: Karelis García
Sin luz en el Coromoto. Increíble, absurdo, catastrófico, pero cierto. Desde las 7.00 de la mañana del pasado miércoles el Hospital Coromoto quedó a oscuras por varias horas. La planta eléctrica que tiene sólo funciona en algunas áreas vitales. No pudieron operar ni hacer nada durante esa mañana. Un especialista del centro de salud me expresó su asombro. “Están depravados. Estamos sin luz y sin hacer nada. Ni operaciones ni consultas. Pareciera que estuviéramos en toque de queda o en una guerra cuando fallan los servicios más básicos y se para todo un país. Esto no tiene precedentes, el país no vale medio”.
Es la verdad. El pasado martes fui a la panadería y observe la locura en la que este Gobierno ha sumergido a los comerciantes. Eran las 7.00 de la noche. Las caras de tensión de los trabajadores no eran nada normal. Al verlos algo ajetreados les pregunté a uno de ellos qué pasaba. Me indicó uno de los panaderos: “nos acaban de dar la orden de bajar la santamaría porque no sabemos sí se irá la luz. No podemos arriesgarnos a quedar a oscuras por los atracos. Otro día de trabajo fallo, nos la pasamos en esto ahora”.
Qué tristeza sentí por mi país. Pero el hombre siguió desahogándose: “Esto esta feo. Tienen a la gente contra la pared y puede reventar algo. Ya las ventas están decaídas porque por los recortes de luz trabajábamos menos, y por lógica, vendemos menos. Ah, pero sí aumentamos el Indepabis nos viene a multar pero sí nos atracan nadie investiga nada”.
Entre suspiros pido a Dios que todo esto termine pronto y que los venezolanos aprendamos junto a los políticos de este país que para ser realmente ricos no necesitamos la renta petrolera sino cambiar la mentalidad tan básica, tan vendida, tan miserable y egoísta que nos hunde cada vez más en la desgracia. Es la cruda realidad.
Luz 24 x 24. El martes, horas antes del anuncio de los recortes eléctricos a escala nacional, me llegó la información de que, al igual que el suministro de agua, la electricidad también se prestará en la modalidad 24 x 24 pero con sus particularidades, es decir, los recortes en las horas del día se distribuirán en sectores. La justificación del Gobierno: la sequía que produjo el fenómeno el Niño.
Es una media verdad. Un especialista en el área hidroeléctrico me informó que el colapso del sector eléctrico radica única y exclusivamente en la corrupción. Es cierto que la improvisación y poca preparación de los funcionarios a cargo influyen en la crisis, pero ese no es el foco principal.
“Desde hace al menos cinco años se comenzó la construcción de dos represas que sustituirían progresivamente la producción del Guri, que requiere ser recuperada, pero no están listas. Las fallas en el Guri se agravaron por la falta de mantenimiento y está a punto de colapsar. El descenso de la cota de los embalses es alto, pero suficiente para suministrar el vital liquido los próximos seis meses, esto sí la represa estuviera en mejores condiciones”. Pero todo este escenario no es una sorpresa para el Gobierno, ellos estaban al tanto y no tomaron las medidas del caso. La inversión que se destinó en los últimos ocho años no se materializó.
Dejaron que se robaran los recursos y ahora el país debe detenerse gradualmente ahogando la productividad de la nación y generando más pobreza. Ahora sí estamos en pleno Socialismo, disfrútenlo.
Oposición devaluada. La devaluación de la moneda sólo benefició al Gobierno. Ya aseguraron sus fondos electorales para contentar a los trabajadores del sector público y regalar platica a sus seguidores para revertir el creciente rechazo hacía su gestión. Pero, ¿y qué hará ahora la oposición? ¿Cómo salirle al frente al derroche publicitario y a la millonaria maquinaria electoral del Presidente con esta letal devaluación? ¿Cómo costeará la movilización de su gente? Esta parece ser una de las grandes ventajas que el chavismo vio en la devaluación: un gran ventajismo económico para las próximas elecciones. Todos unos canes.
Cortesia de Karelis García
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