Nunca es tarde para ser chavista
Tenemos que admitir que tardamos demasiado. Ayer, cuando escuchamos a Jorge Rodríguez decir que "debemos estar orgullosos de Chávez, él es nuestro padre, nuestro guía"; la razón regresó de un viaje a lo que consideramos un error reiterado y mal pensado. Dejamos de estar en la acera de enfrente del régimen y nos volvimos chavistas. Tarde, pero al final siempre triunfa la sensatez, la cordura y un mínimo de pensamiento positivo. No pueden estar equivocados más de ocho millones y medio de venezolanos que votaron hace poquito, con todo y los 14 años encima, por quien poco a poco se ha convertido en el dios que siempre ha debido ser. Navarro, Diosdado, Maduro, Jorge Rodríguez, unidos por un momento en que la emoción se lleva todo por delante han admitido que son hijos de Chávez, que tienen un pastor, una guía, un líder. No es jaladera de mecate. Es sentimiento puro. Y eso, en estos tiempos en que cuesta encontr...