La isla de la felicidad


Cuba fue la primera nación de Iberoamérica en tener ferrocarril, tranvía, automóvil, telefonía de discado directo, emisora de radio, y TV a color. En 1958 figura proporcionalmente en primer lugar, con mayor número de líneas férreas, autos, electrodomésticos, salas de cine; y en segundo lugar, en entradas per cápita y número total de radios. Para entonces ocupaba la posición 29 entre las economías mayores del mundo. Con una moneda que desde 1915 hasta 1959 se mantuvo a la par del dólar.

Cuba fue pionera en adelantos sociales en Iberoamérica.Abolió las corridas de toros en el siglo XVIII. Decretó el divorcio (1918), la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo, la autonomía universitaria (1937), el voto y el derecho de la mujer al trabajo, la igualdad entre sexos y razas (1940).

Cuba fue la primera nación de Latinoamérica en aportar un jugador de béisbol profesional a EEUU (1871), un campeón mundial olímpico en esgrima (1900), en ajedrez (Capablanca 1921), en billar (Alfredo, de oro). También, la primeras nominaciones a un Oscar (Ernesto Lecuona 1942), la primera mujer que cantó en la Scala de Milán (1946) y ni hablar de Pérez Prado con su pieza Patricia (mambo), que estuvo 15 semanas consecutivas en el hit parade gringo, no superado por Elvis ni por Los Beatles.

Para los años 50, Cuba posee una vaca por cada habitante, ocupa el tercer puesto en Iberoamérica en el consumo de carne per cápita, el segundo lugar en baja mortalidad infantil, consumo calórico diario y alfabetismo, y el primero en número de médicos por habitante, con el mayor porcentaje de viviendas electrificadas y viviendas con baño propio.

De modo que aquel cuento fantasma que la Cuba de Batista era una aldea insalubre y fracasada es totalmente falso. El sacrificio pagado por unas supuestas mejoras sociales está fuera de proporción. Que oiga quien tiene oídos...




 Ernesto García Mac Gregor / Médico



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