El séptimo mandamiento.


Tengo dos imágenes de Moisés. La primera cuando subió al monte Sinaí, era un pavo, pero maduro, ya había sacado a los judíos de Egipto; y la otra, cuando bajó, ya envejecido, como si en lugar de haber estado 40 días y sus respectivas noches hubiera estado un montón de años subido en dicho cerro, ¿qué habrá pasado?, eso nadie lo sabe. Lo cierto fue que Moisés, con la cara de Charlton Heston, bajó con dos tablones de piedra y los Diez Mandamientos escritos por el mismísimo Dios con sus dedos y que Moisés rompió, sin su autorización, cuando vio al pueblo en un bonche gigantesco haciendo cositas que no puedo describir por la falta de espacio. Por supuesto esas imágenes se las debo a la película los Diez Mandamientos, que en esta Semana Santa la veré otra vez, aclarándole que lo que más me gustó es ver a Moisés hablando con la zarza encendida.

De esos mandamientos, el que me ha quedado más confuso es el séptimo. No es culpa mía, es que en las tablas no está precisado qué es robar, pues el no robarás de las tablas de Moisés, puede ser bien distinto a la idea moderna de no robarás.

Según la diputada y precandidata presidencial María Corina Machado, el séptimo mandamiento puede sufrir una nueva redacción para hacerlo más adecuado a los nuevos tiempos, y quedaría de la siguiente manera: "No expropiarás", que inmediatamente sufrió una enmienda por el camino y la versión definitiva quedó como sigue: "No expropiarás, si antes no pagas, compadre, pues de lo contrario arderás en el infierno".

Obviamente en esta parte ardió Troya, pues los expropiadores se sintieron ofendidos, al asumir que los han llamado ladrones y le dijeron a la precandidata: "Tú eres una burguesita y primero entrarán cien búfalos por el ojo de una aguja que una burguesita al reino de los cielos", lo cual no es más que una pendejada pues todos sabemos que el tal ojo de una aguja no es ninguna puerta, y que por supuesto las agujas son muy chiquitas por donde jamás entrarán los ricos (y cómo) pero tampoco cien búfalos. No pudieron pensar en unos animales más chiquitos, ¡carajo!

Hoy ese mandamiento ciertamente no es el mismo que en los tiempos de Moisés, pero, "no robar" o en su versión moderna "no expropiar", sigue siendo, según los católicos, los judíos y los musulmanes, un pecado. Así que a confesarse y devolver lo robado, perdón lo expropiado.






 Énder Arenas Barrios / Sociólogo


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