A los nuevos Power Rangers



Visto que nuestro glorioso ejército nacional, Libertador de Naciones, ha decidido dar un paso atrás, para que en su lugar fuera tomado los colectivos, los Tupamaros, Lina Ron, las bandas de Jorge Rodríguez, los muchachones de Chávez, todos esas bandas de paramilitares, socialistas y humanistas, los nuevos hombres de la revolución, que armados hasta los dientes con armas automáticas, con bombas molotov, granadas fragmentarias, bombas lacrimógenas (de las buenas, con números de registro de CAVIM), fusiles Kalashnikov de última generación, panfletos mal escritos, motos de alta cilindrada y protegidos por la Guardia Nacional, para asustar a nuestros estudiantes, agredir a los funcionarios y autoridades públicas elegidos por el pueblo en elecciones libres, aterrorizar a la ciudadanía… nos vemos en la obligación de reconocer que nuestros hombres en armas son un fraude, su oficialidad, unos políticos corruptos que se vendieron al mejor postor, su aparato burocrático constituido como ministerio de la Defensa una vergüenza, que tienen amos y trabajan por comisiones.

Tal situación nos obliga, a toda la ciudadanía de ese país llamado Venezuela, a entablar negociaciones con las bandas de maleantes del 23 de Enero, esas que impunemente toman edificios de gobierno, se pasean por la capital de la república exhibiéndose armados y guapetones, violando nuestros derechos humanos a voluntad y placer, asesinando a ciudadanos masivamente como en Puente Llaguno bajo las órdenes de Tiburón Uno, tomando prefecturas civiles, hospitales y policías como si fueran de ellos, desarmando policías estadales y municipales para que el hampa pueda trabajar en paz, ajusticiando a trabajadores y jóvenes en los barrios, montando atentados contra periodistas, asesinando a fiscales sin que nadie diga esta boca es mía, custodiando narcotraficantes y terroristas como si fueran dignatarios…

Señores revolucionarios asesinos, en vista que no hay fuerza pública capaz de defendernos, de brindarle a la sociedad venezolana protección en contra del crimen organizado y las fuerzas subversivas, dado que el país ya está tomado por grupos extranjeros e intereses que explotan nuestro petróleo, nos alimentan, nos curan, nos educan… lleguemos por favor a un acuerdo, hagamos un nuevo pacto social que de alguna manera sincere nuestra situación y nos permita sobrevivir en paz. Estamos dispuestos a trabajar para ustedes como esclavos, mantener su revolución, contribuir con sus donaciones a gobiernos extranjeros, con su guerra mediática en contra del imperio, vamos a aceptar al Islam como nueva religión nacional, el petróleo se los regalamos todo, de todas maneras nunca fue nuestro, comeremos coca para mantener la economía de Bolivia y no presionar a los funcionarios del Ministro de Agricultura, pagaremos por toda la chatarra armamentista que le hemos comprado a Rusia, juramos olvidarnos de que existe un Banco Central, tendrán ustedes carta blanca para hacer con nuestros hijos lo que quieran, que todas nuestras niñas tengan como modelo a Cilia Flores o a la comandante Fosforito, que todos nuestros muchachos emulen a Carlos El Chacal o a ese prohombre que es el ex fiscal Isaías Rodríguez, pero por favor, hagan algo por nosotros, eliminen a esos parásitos disfrazados de militares que lo que hacen es cobrar sin trabajar, marchar en desfiles sin ningún lugar a donde ir, desvivirse por complacer a los oficiales cubanos que mataron a nuestros verdaderos héroes, que lo que hacen es gritar como féminas entusiasmadas Patria, Socialismo o Muerte… no soportamos la idea de que tengamos que pagarles sus tristes nóminas, que porten nuestra bandera, de ser parte de sus lamentables excusas, que ocultan la cobardía más abyecta.

Ustedes, los supermachos de La Piedrita, son ahora nuestros verdaderos amos, les ofrecemos nuestras esposas, nuestras casas, mascotas e ideales, por favor protéjannos, dejen de exterminarnos, no maten a nuestras crías, aceptamos de una vez por todas su implacable proceso socialista del siglo XXI, renunciamos a la resistencia, de ahora en adelante ustedes nos representarán ante el mundo… pero eso sí, después de hacer sus necesidades, por favor, límpiese el rabo, cepíllense los dientes, lávense las manos, porque de ahora en adelante ustedes compartirán la mesa, el palco de la Ópera y las carreras de caballos con gente que sabe leer, usa cubiertos para comer y hablan idiomas extranjeros.
Y a nuestro amado comandante líder indiscutible y necesario de esta revolución, perdónenos, no sabíamos lo que hacíamos, luchar en su contra, es la tarea más fútil del mundo… vivir en un hueco, humillados, violados… usted lo sabía, nos conoce demasiado bien, ese es nuestro destino, y felices lo aceptaremos.



http://www.eluniversal.com/2009/02/02/opi_art_a-los-nuevos-power-r_02A2210871.shtml

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