El mandatario, el mandante y el mandato
Es común hablar del Presidente de la República con el calificativo
“primer mandatario”, el cual es correcto para referirse a él. Sin
embargo, es mucha la gente que da por sentado que mandatario significa
que una persona manda. No es así.
Vamos más allá. El término es tan correcto y acertado, que vale la pena
desgranarlo, para comprender mejor quién es el jefe de Estado, quiénes
somos nosotros respecto a él y cuál es el vínculo que nos une.
Y nos vamos de DRAE.
Mandatario: “Persona que, en virtud del contrato consensual llamado
mandato, acepta del demandante representarlo personalmente, o la gestión
o desempeño de uno o más negocios.”
Mandante: “Persona que en el contrato consensual llamado mandato confía
a otra su representación personal, o la gestión o desempeño de uno o
más negocios.”
Mandato: “Contrato consensual por el que una de las partes confía su
representación personal, o la gestión o desempeño de uno o más negocios,
a la otra, que lo toma a su cargo.”
Es decir, mandatario no es mandar, ese personaje está puesto ahí para
ejecutar la voluntad de unas personas conocidas como mandantes que
fueron quienes le confirieron ese poder. Digamos que es un empleado de
ellos. De nosotros, en este caso.
Nosotros somos los mandantes. El mandatario tiene poder porque nosotros
se lo conferimos. Debe rendirnos cuentas del mismo. Y el mandato del
mandatario cesa cuando nosotros, los mandantes, lo decidamos. El poder
es nuestro. Utilicemos pues libremente el vocablo. Sin embargo, estemos
claros en su significado. Y exijamos cuentas.
Pero vamos más allá. Durante el mandato y al finalizar el mismo, el
mandatario debe entregar cuentas a su mandante del poder que le fue
otorgado. Hablando en términos jurídicos, la función social encomendada a
los medios de comunicación de auscultar al poder, es una forma efectiva
para los mandantes de enterarse sobre la forma en la cual el mandatario
administra su mandato.
Quien actualmente ocupa la Primera Magistratura de la República, ha
confundido la magnesia con la gimnasia. Considera que un poder que le
fue dado en préstamo por la ciudadanía, le pertenece. No recuerda que
debe rendir cuentas, y lo que es más importante aún, devolverlo a sus
dueños originarios para que ellos, a su vez, otorguen la investidura de
mandatario a otro venezolano.
Es este el principal y más importante motivo para poner punto final al
mandato actual y otorgarle esta responsabilidad a quien ha demostrado
una actuación congruente con los principios republicanos en su ejercicio
como diputado, alcalde y gobernador, para que nuestro mandato nunca más
vuelva a ser desvirtuado. Henrique Capriles Radonski es, a nuestro
juicio, la oportunidad de colocar las cosas en su verdadero lugar.
*Coordinador nacional de Independientes por el Progreso
@alvareznv
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