Fidel I
El Papa Benedicto XVI y el patriarca cubano Fidel Castro se reunieron, luego de que el líder de la Iglesia celebrara una misa en la Plaza de la Revolución. Todas estas cosas impensables en otra época están pasando: los signos de los tiempos. Según algunos voceros del Vaticano, lo que resultó más preocupante de la reunión es que Fidel, que lucía como un monje benedictino, preguntó al Sumo Pontífice "¿Qué hace un Papa?"
La pregunta no es inocente, muchos miembros del colegio de cardenales se han inquietado ante la posibilidad de que esté en los planes de Castro convertirse en Papa para producir una revolución dentro de la Iglesia. El propio Benedicto XVI se mostró cauteloso con su respuesta y le dijo a Fidel: «Soy viejo, pero puedo cumplir mis deberes», aclarando que está en pleno ejercicio de su papado y que primero debe fallecer para ser sustituido, y que, como si fuese poco, él también tiene un hermano sacerdote dispuesto a relevarlo.
Fidel, que no da puntada sin hilo fue más allá y preguntó sobre algunos cambios en la liturgia y le solicitó al Papa bibliografía sobre el tema. Conociendo el personaje, quien esto escribe no tiene duda alguna de que entre los planes del líder cubano se incluye establecerse en Roma como el "comandante Papa".
Lo preocupante de lo que llevamos dicho es que la Constitución Apostólica (como decir La bicha del Vaticano) no contempla requisitos particulares para ser electo Papa, sino los que se requieren para ser obispo: ser varón, bautizado y con pleno uso de razón y Fidel los cumple.
Como es sabido, el conclave se realiza en la Capilla Sixtina, pero no es indispensable que el candidato electo esté presente ni sea cardenal, aunque haya sido esa la tradición. Por otro lado, es público y notorio que los cardenales son rojos rojitos y que Fidel, experto conocedor de habanos, podría fácilmente producir la esperada "fumata bianca" desde la azotea de la capilla.
Sectores ultraconservadores de la Iglesia han mostrado una explicable preocupación. En manos del Papa está la doctrina y la fe, heredero de Pedro y vicario de Cristo, lo que el Papa ate en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desate también.
¿Ustedes se imaginan lo que sucedería con ese llavero en manos de Fidel? El comandante le comentó al Pontífice que estaba sumamente contento por las beatificaciones de Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta y digo yo: ¿Cuándo se ha visto comunista contento por beatificación y comunista yendo a misa?, si es tesis de Marx que la religión es el "apio de los pueblos". Aquí hay gato encerrado y no es otro que el de las aspiraciones pontificias de Fidel y llegado el momento de la elección ante la pregunta "Quo nomine vis vocari?" (con qué nombre quieres ser llamado), la respuesta no se hará esperar: Fidel I... Y entonces, queridos hermanos ahí sí que tendremos Papa hasta la segunda venida de Cristo.
¿Será esto lo que anunciaba Nostradamus cuando señaló en su ¿cuarteta? que el último Papa sería el "Papa afrodescendiente"? Los caminos del Señor son misteriosos.
Laureano Márquez
TalCual/ ND
Comentarios