Fiscales vs corruptos



La institución más importante en la lucha contra la corrupción es el Ministerio Público. No hay duda alguna. De lo que haga o deje de hacer esta institución en el campo de la batalla legal y policial para prevenir, controlar y perseguir penalmente la corrupción, depende un resultado positivo para el destino de los fondos públicos. De la acción u omisión de los fiscales frente a los corruptos dependerá la derrota de la corrupción, minimizarla o, fatalmente, continuarla en la medida en que se expande el gasto público para vivir en la "economía de la transgresión". 

Hace tres días, con motivo del quinto aniversario de la fundación de la Escuela Nacional de Fiscales del Ministerio Público, y por invitación que me hizo la fiscal general Luisa Ortega Díaz a dictar una clase magistral, me permití utilizar ese método expositivo para hablar del Ministerio Público y la Ley contra la Corrupción. Dije de la necesidad de seguir reforzando el poder de la investigación y la capacitación de los fiscales para combatir el delito. Volví a rastrear los orígenes del Ministerio Público en el espíritu de la Revolución Francesa como institución crítica al sistema inquisitivo y monárquico de la administración de justicia. El Ministerio Público nació revolucionario y republicano y no puede, por su significación histórica, dejar de enfrentar la corrupción. Hoy es su tarea prioritaria. Los avances del Ministerio Público en la ciencia criminalística, en la investigación directa de los fiscales en cuanto a metodología de la información, así como la capacidad de investigación conjunta y la capacitación que aporta la Escuela Nacional, son suficientes para descubrir al corrupto. Lo importante es no caer en el simbolismo y creer que un derecho penal "mágico" para tranquilizar a la opinión pública sea el camino.

Hay muchas cosas que se pueden hacer con una ley habilitante para combatir la corrupción de manera efectiva, sin necesidad de caer en un derecho penal de la emergencia. Que no pase lo que sucedió con la última reforma del Copp, que no fue remedio para el retardo procesal. No digo más. Gracias a la Fiscal General por su amable invitación. Fue un honor. Le felicito por esa realidad docente de buen nivel que es la Escuela Nacional. ¡La lucha es contra los corruptos!

beltranhaddad@hotmail.com

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