En 11 años de gobierno
En esos 11 años se le regalaron 60 mil millones a 40 países, se ejecutó sólo el 30 por ciento de la inversión anunciada, lo cual representó unos escasos 32 mil de los 900 mil millones de dólares que entraron. En ese período la industria perdió dos millones de puestos de trabajo y la nómina del Estado saltó de 1,4 a más de dos millones de burócratas. La misión Vuelvan Caras, que pretendió capacitar a un millón de personas, sólo insertó a 100 mil en el mercado.
En la faja del Orinoco el patentado venezolano de la orimulsión fue eliminado porque supuestamente era más fácil generar electricidad mediante el gas. Pero como la producción petrolera cayó, también lo hizo el gas, y aunado al descuido del Guri, nos quedamos sin agua, gas y electricidad. Los planes de la imaginaria "potencia gasífera" anunciados con bombos y platillos por el innombrable son irrealizables, simplemente porque no hay suficiente gas para emprender los proyectos petroquímicos y termoeléctricos pregonados, ni para satisfacer el consumo doméstico o el automotor y ni hablar del famoso y olvidado gasoducto del Sur.
Al disminuir la producción petrolera disminuyó el crudo disponible para las refinerías, como resultado, hoy importamos más de 100 mil barriles de gasolina comprados a precio de mercado internacional y vendidos a precio subsidiado para evitar el alzamiento popular. Paralelamente, el que te conté acabó con las industrias vitales de la nación, la propiedad privada, la producción de alimentos, el sistema bancario, el bolívar fuerte, los medios de comunicación y todo vestigio de democracia.
Como consecuencia, la economía se contrajo tres por ciento el último año, la inflación actual rebasa el 35 por ciento, y al chavismo se le están acabando las excusas. Quizás lo peor de este ciclo fueron las 1.768 latosas e insoportables cadenas presidenciales que nos tuvimos que calar. Que oiga quien tiene oídos...
Ernesto García Mac Gregor /Médico /garciamacgregor@gmail.com
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