Defendiéndonos de la Defensoría
Mucha polémica ha despertado la manifiesta intención de la Defensoría del Pueblo de convertirse en juez de la caricatura nacional. Algunos piensan que se trata de una insensatez; por el contrario, quien suscribe cree que es la primera manifestación de auténtica inteligencia que ha dado el actual gobierno en los últimos 14 años, al reconocer dónde están sus verdaderos y únicos adversarios. Efectivamente, el humor en Venezuela ha alcanzado unas cotas de agudeza e inteligencia que lo hacen verdaderamente poderoso y sumamente peligroso para el poder que no tiene, frente a él, ningún mecanismo de defensa. La desventaja del poder es evidente, pues frente al ingenio que lo desnuda, solo cuenta con cárceles, tanques de guerra, aviones y policías. A uno le da dolor verle así, tan desguarnecido. Estoy convencido de que apelando al principio de la justa guerra y para evitar el apabullamiento, muchas veces, son más bien los caricaturistas los que se limitan frente al abundant...