Hijo de p….....

Hace unos meses, en el repugnante programa La Hojilla, antología de la insolencia, manantial del odio, de la vulgaridad y del infinito mal gusto, Mario Silva, el no menos grotesco personaje conductor del programa, se refirió a Miguel Henrique Otero, editor de El Nacional, en términos de hijo de puta.

Este introdujo una demanda por los delitos de difamación e injuria agravadas. Los apoderados judiciales del denunciante mostraron como pruebas las grabaciones correspondientes a los días 6, 8 y 11 de julio de 2011 con las ofensas denunciadas.

Pero la semana pasada ocurrió lo increíble, aunque era lo previsible en este país sin justicia. La jueza Dinorah Yosmar González exoneró de toda responsabilidad penal a Mario Silva. En primer lugar, descalificó las grabaciones acusadoras por considerar que estas no estaban certificadas por Conatel. Y en el colmo de la desfachatez, declaró que Miguel Otero no tenía legitimidad para demandar a Silva, pues la agraviada habría sido su señora madrey solo a ella correspondería ejercer las acciones judiciales en defensa de su honor y reputación.

Como si fuera poco, en la audiencia, Silva, envalentonado y desafiante, volvió a admitir que se había referido a Otero como un hijo de puta. La jueza finalmente determinó que la expresión no era difamatoria ni injuriante, sino que correspondía al ejercicio de la libertad de expresión.

Y aún están en espera las injurias públicas contra Angola, Kiko, la esposa de Leopoldo López, María Corina, Ravell e hijo y otros improperios de carácter sexual que por pudor no se transcriben en este artículo pero que están en Internet. Todo ocurrió en horario estelar.

Hay que aclararle a la jueza que con la expresión hijo de puta se insulta a la madre (por puta), al padre, por permitir que ella lo sea; pero sobre todo, al mismísimo hijo de puta que lo será por el resto de su puta vida. Que oiga quien tiene oídos…





Ernesto García Mac Gregor / 
Médico