Cuando tú te hayas ido





Dejarás a un país arruinado, hipotecado, insolvente, devastado y desolado en su población útil, en su industria básica, en su producción de alimentos; sin fuentes de trabajo, con una deuda impagable y un clima de desconfianza que perdurará durante años.
 
Cuando ya no estés, perdurará la corrupción galopante, el odio que has sembrado entre los venezolanos, el alto índice de criminalidad, la creciente pobreza, la falta de vivienda y esa masa de amargados y vagos pusilánimes acostumbrados a vivir de la tetilla de mamá Estado (misiones) que para entonces estará arruinado por tu irresponsabilidad y ansias de endiosamiento. Todo a pesar de haber contado con los ingresos más fabulosos que haya tenido gobierno alguno.
 
De 900 mil trabajadores en la administración pública, hemos pasado a 2,3 millones (incluyendo 2.200 militares), donde existen doscientos contratos colectivos vencidos; el bolívar "fuerte" ha perdido 55 por ciento de su poder adquisitivo, el PIB es el más bajo y la inflación la más alta de Latinoamérica, de cada 100 dólares que entran al país, 94 provienen del petróleo.
 
Has regalado 60 mil millones de dólares a otros países y robado más de 600 fincas con un total de 2,5 millones de hectáreas que ahora no producen; has gastado más de 8 mil millones de dólares en compras de armamento y mientras tanto nuestras carreteras son un desastre y los apagones mantienen a oscuras a mitad de la nación.
 
Y lo peor del caso es la lamentable y alarmante cantidad de jóvenes técnicos y profesionales que han abandonado el país y que tanto contribuyeron con su esfuerzo y trabajo a la construcción de esta Venezuela próspera. Todo comenzó con aquel pito burlón en PDVSA que reemplazó a 22 mil empleados capaces por los 100 mil reposeros que tiene ahora.
 
¿Cómo hacer para recuperar esta década perdida? Cuando tú te hayas ido, te envolverán las sombras. Que oiga quien tiene oídos...

Ernesto García Mac Gregor /Médico

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