Sexo de toga y birrete
El profesor Amalio Belmonte, secretario de la Universidad Central de Venezuela, salió al paso de unas declaraciones de la fiscal general en las que esta aseveraba que “antes las mujeres entregaban parte de su cuerpo por un cupo universitario”. Belmonte no tuvo reparo en calificarlas de ofensivas, señalando, en su cuenta de Twitter, que la titular del Ministerio Público “calumnia y acusa sin fundamento”, y considera deplorable “que no respete su cargo y dignidad”. Cuando se afirma que las aspirantes a ingresar a las universidades democráticas tenían que prostituirse a cambio de una plaza en estas, lo menos que podemos barruntar es que quien hace tan grave aserto, pruebas tiene al respecto; no bastan sospechas, insinuaciones y juzgamientos a partir de la condición de quien hace pública tamaña imputación. Con sus palabras, la fiscal no solo denigra de la mujer venezolana y siembra dudas sobre la rectitud de las profesionales egresadas de nuestras máximas casas de estudio, sino